El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, perteciente a Cambiemos, afronta las próximas elecciones municipales bajo el estigma de conducir uno de los distritos más inseguros del conurbano. Así lo demuestran los índices del propio Ministerio de Seguridad de la Nación, que registró 12078 hechos de inseguridad en 2017 (última estadística disponible) por encima de los municipios cercanos, San Martín (con mayor población), y muy por encima de los otros vecinos como Morón, Merlo y Hurlingham.

Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), indicó a inicios de 2018 que el partido de Tres de Febrero es uno de los tres distritos donde los vecinos se sienten más inseguros. Las marchas por el problema se multiplicaron luego del asesinato de un canillita en abril pasado, y en la oposición sostienen que no se vieron en lo concreto la inversión de más de 700 millones pesos en los primeros dos años de gestión en distintas contrataciones destinadas a la seguridad.

El asalto a una estación de servicio hace poco más de 20 días, que derivó en un tiroteo con 4 heridos (entre ellos dos mujeres que pasaban por el lugar)  y que llegó a las crónicas rojas de los medios nacionales, terminó por poner a la inseguridad en el tope de la agenda electoral.

Consciente de esa situación y apurado por el cronograma electoral, Valenzuela lanzó finalmente este año nada menos que tres licitaciones públicas para renovar el tendido de iluminación eléctrica en el municipio, un reclamo muy postergado de los vecinos que, en muchas manzanas, se encierran en sus casas ni bien se hace de noche.

El total de las tres licitaciones proyectadas entre las tres licitaciones, la 11/19, 19/19, 27/19, lanzadas entre marzo y mayo de este año, supera los 82 millones de pesos. Se lleva casi el 30 por ciento de los fondos para obra pública, desproporcionado en relación con lo que se llevan suministros para hospitales públicos e infraestructura escolar.

Y si se suma al arreglo y puesta en valor de los espacios públicos, en especial las plazas y parques, por más de 60 millones, se concluye que la mayor parte de la obra pública proyectada para este año electoral se lo llevan las preferidas por el Pro para años electorales: lo que se puede ver y palpar a simple vista.

La lupa está puesta en quién se llevará esos negocios desde que Valenzuela adjudicara por contratación directa más de 6 millones de pesos para el blindaje de 30 camionetas Toyota Hilux de la flota de seguridad del ministerio a la empresa Strong, propiedad de Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.

También hizo lo propio directamente con la firma Dietrich SA para el blindaje de dos Volfswagen en los que él mismo se mueve, acompañado por sus custodios. Lo hizo a través del decreto 632/12, amparándose en la ley municipal de las gestiones anteriores que permiten ese tipo de maniobras.

El decreto lo firma, además, el polémico secretario de seguridad del municipio, Juan Manuel Lucioni, un militar retirado sancionado por el propio Ejército Argentino tras asistir a un acto de reivindicación de la última dictadura cívico-militar.

Pero la amistad en los negocios entre “Guillo” Dietrich y el “outsider” Valenzuela no termina ahí. El Metrobús que atraviesa la ruta 8 en Tres de Febrero lo construyó con fondos de la nación, en manos de Dietrich, la empresa Bricons SAICFI, una de las constructoras preferidas por el Pro para la obra pública en la Ciudad de Buenos Aires y también en provincia durante la gestión de María Eugenia Vidal. Bricons es propiedad de Mario Ángel Raspagliesi, el “señor Metrobús” que se llevó poco más de 100 millones de pesos por la obra. Raspagliesi figura como aportante de la campaña de Cambiemos en 2015, en blanco, por más de un millón. Lo que se dice, hizo una gran inversión.