Los tiempos de pandemia también sirven para renovar la imaginación de los delincuentes con el propósito de recrear nuevas versiones del cuento del tío.

En ese contexto, volvieron al ruedo en el conurbano bonaerense diversas formas de estafa. Por ejemplo, reaparecieron las tradicionales "lloronas" de madrugada a través de llamados telefónicos que meten miedo. Se trata de secuestros virtuales después de escoger números de la guía de familias que viven en los barrios más acomodados de la ciudad.

El modus operandi consiste en hacer llamar a mujeres en llanto  para que simulen ser hija, hermana o sobrina de las víctimas con las que se comunicaban al azar para hacerles creer que estaban secuestradas, cuando en realidad es una farsa.Todo está urdido para obtener el pago de suculentos rescates.

La policía en estos casos aconseja colgar el teléfono y no seguirle la conversación a los desconocidos para evitar caer en una telaraña de engaños. Y  luego llamar a los familiares para corroborar que están bien y a buen resguardo.

Los investigadores sostienen que hoy hay muchos celulares en las cárceles y eso hace que se activen las maniobras con bandas externas.También el delito cibernético tiene fuerte presencia. Aparecieron  mails donde por ejemplo alguien con nombre de mujer pregunta que tiene interés en invertir en algunas zonas de GBA y pide consejos.Si hay eco, luego vendrá la trampa en capítulos, siempre mediante ardides de diferente tenor para terminar recogiendo importantes sumas de dinero.

Otros delincuentes se sirven de los números telefónicos de la guía. Buscan familias que vivan cerca y se hacen pasar por hijos, preguntando si no han recibido una carta de tal o cual banco. "¿No recibiste allí una comunicación?, dando a entender de que quien habla  es conocedor del lugar.

Si la persona se engancha llegará el momento en que el supuesto hijo preguntará si hay plata en casa para sacarlo del apuro y dirá que manda a un amigo a buscarla para hacer el depósito figurado. La vecina protagonista de esta historia, creyó advertir que quien hablaba tenía fines oscuros: "Vos no sos mi hijo", respondió y colgó el teléfono.Los ciberdelitos también están a la orden del día.

En conocimiento de que por la cuarentena obligatoria, mucha gente además comenzó a utilizar el “Home Banking” y las funciones para pagar servicios de manera remota, los ciberdelincuentes olfatearon la oportunidad para atacar a aquellos que abran su casilla de mail y frente a un problema con su cuenta bancaria o con ANSES o Netflix ingresen sus datos sensibles

Estos correos se enmarcan en un tipo específico de engaño conocido como Phishing. El término proviene de inglés fishing (pescar), porque en estas estafas se trata de "pescar" desprevenido al usuario para que ingrese sus datos un sitio que a primera vista parece un sitio legítimo.

La recomendación es no hacer caso a este tipo de email. Si uno observa el correo, notará que más allá del nombre de fantasía de la cuenta, la dirección real está llena de números y no tiene mucho sentido.

Otra estafa recurrente de la que alertan las autoridades, es la que se utiliza enviando  un mail avisando de una deuda o de la falta de actualización de datos de contacto o de pago de una institución conocida.

Una táctica en casos de correos falsos es la de intentar asustar al destinatario. Es común que los asuntos del correo sean intimidatorios. Es primordial en estos casos no dejarse intimidar y utilizar el sentido común

Este correo incluye un sitio web que, en ocasiones, es parecido al de la institución: hay que checkear de qué mail recibimos la estafa para reconocerla rápidamente porque en la mayoría de las estafas el remitente es totalmente diferente al de la empresa. 

Otra de las picardías es mediante mensajes de WhatsApp. donde los  estafadores se hacen pasar por empleados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) para robar desde datos personales hasta claves de Homebanking, usando como principales excusas el cobro del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Tarjeta Alimentar.

En la ciudad también se detectaron engaños de este tipo. Uno de ellos, quedó registrado en un audio. En la grabación del llamado, proveniente de una línea con prefijo 011, el estafador dice llamarse Marcos Fernández, un “asistente social de Anses” que asegura estar operando desde Avenida Cabildo 999, dirección del barrio porteño de Belgrano donde funciona una de las agencias de la Afip.

“En el día de hoy le tengo que realizar una transferencia inmediata”, sostiene el hombre luego de consultarle a la víctima su primer nombre, bajo la excusa de dirigirse a ella “con mayor respeto”. Acto seguido, le pregunta qué banco “la protege” y qué tipo de cuenta posee.

“En el día de la fecha va a tener que dirigirse a un cajero automático,  ingresar su clave de seguridad en silencio y nosotros tenemos un código para brindarle; vas a entrar en el menú de Anses, donde van a figurar tus datos y el crédito de $10.000 en efectivo”, explica el falso empleado.

Luego, le pide al joven que se acerque a un cajero y sostiene: “El mismo sistema te va a lanzar dos tickets, es la conformidad. Cuando te hagas presente en Anses vas a firmar con puño y letra que te has hecho responsable del bono solidario que te brinda el Presidencia de la Nación”.

Tras aclarar que no tiene autorización para solicitarle claves ni datos relativos a la cuenta, el hombre deriva la llamada a un cómplice, un supuesto encargado del área de Homebanking que guía al usuario por los distintos pasos del cajero, hasta llegar a la opción “obtener clave”. Es en ese momento cuando le pide que ingrese una combinación numérica nueva que él mismo le proporciona.

“Me di cuenta de que era un engaño desde el momento en que escuché su voz, ya que una clienta me había comentado hace unos días sobre una estafa que le habían hecho por teléfono. Me había pasado los audios que le mandaba el estafador y es inconfundible”, relató.

A raíz de este tipo de engaños, desde Anses han pedido en reiteradas oportunidades ignorar cualquier llamado en el que se soliciten datos personales en nombre de la entidad. “Anses no se comunica telefónicamente para solicitar datos personales ni bancarios por el cobro del IFE", aclararon.El propio ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, hace horas alertó que esa cartera no realiza ningún tipo de entrega de dinero mediante un bono, ante denuncias de distintas personas que advirtieron sobre una posible estafa,.

"Informamos que desde Salud no se está realizando ninguna campaña de entrega de un bono de 15 mil pesos. Denunciamos a la persona que se comunica desde el 011-15-62014245 y hace este falso ofrecimiento", posteó el funcionario en la red social Twitter.

Fuentes de la cartera sanitaria precisaron que el hecho se conoció por distintos mails y llamadas de vecinos bonaerenses que alertaban sobre el falso ofrecimiento.

Remarcaron que la estafa consiste en que un hombre que se hace pasar por un asistente social del Ministerio se comunicó desde ese número telefónico avisando que monotributistas y trabajadores en relación de dependencia recibirían unos 15 mil pesos por parte de Salud.

Para ello, la persona les propone que se acerquen a un cajero automático con su tarjeta de débito en mano y les adelanta que un supuesto analista de sistemas se comunicará con ellos para brindarles un PIN con el cual se podrá acreditar la suma. Lo que aconsejan poner en práctica los investigadores, es no confiar en nadie, ni en la propia sombra.

Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.