La crisis pega en todos los frentes y agrandó el universo de personas que necesitan de financiamiento privado para pagar incluso los bienes más básicos pero en simultáneo disparó la cantidad de morosos y la tendencia indica que el número de deudores crecerá con el paso de los meses.


De estos datos descarnados da cuenta informe de la consultora PwC precisó que en enero de este año se registró prácticamente una duplicación de los deudores de créditos y consumos con tarjetas de crédito. El número alcanzó el 3,3% del total de clientes frente al 1,8 por ciento de la cartera irregular de 2018.


El informe atribuye el endeudamiento a la combinación del aumento de las tasas de interés, la caída en el nivel de la actividad y en el empleo y la pérdida del poder adquisitivo.


A partir de la combinación de esos factores: “Se verificó durante los últimos meses, más precisamente desde septiembre de 2018, un aumento en la morosidad por préstamos personales y de tarjetas de crédito, en las familias” pero también en las “líneas de crédito otorgadas a empresas”.
El informe de PwC agrega que la cruza de esas realidades redundó en una quita de recursos “para pagar deudas cada vez más caras”.


Y agrega: “En lo que respecta al sistema financiero, registró a enero de 2019 una cartera irregular de 3,3% frente al 1,8% del año previo. El mayor ratio de esta cartera lo presentan las entidades financieras (no bancarias) volcadas al consumo, lo que resulta evidente en un contexto de afectación de la industria generadora de este tipo de créditos”.


La cartera más morosa es la familiar y no es una sorpresa. El dato se inscribe en el contexto del crudo deterioro económico de una sociedad con un 32% de pobres, dato que habla de la caída de vastos sectores de las clases medias.


Sin embargo en el último trimestre del 2018 también empeoraron los pagos de las empresas.


Los bancos privados, principalmente los de capital extranjero, muestran la mayor tasa de morosidad pero existe expectativas de que la situación mejore a partir de las paritarias a partir de fines de abril o principios de mayo. En paralelo todas las previsiones indican que la inflación seguirá alta el resto del año en el marco de un año que se encamina a cerrar sin crecimiento.


De hecho el socio de PwC Argentina Gastón Inzaghi reconoció que la morosidad “podría continuar en aumento si persisten las altas tasas de interés - algo que continuará mientras la inflación no ceda - y la actividad económica no detenga su caída, especialmente en el segmento consumo-familia”.