El Ministerio de Salud Bonaerense logró poner en funcionamiento la Unidad de Trasplante de Médula Ósea (UTMO) de ese hospital público que estuvo cerrada desde agosto del año pasado.

Un niño de 3 años se convirtió en el primer paciente del año en ser trasplantado de Médula Ósea gracias a que ahora, la Sala 18 de la UTMO cumple con los protocolos de seguridad que aseguran la calidad del aire en ese ambiente. Fue acondicionado el espacio edilicio, se renovaron los filtros de aire para garantizar el normal funcionamiento y se reorganizaron los recursos humanos que fortalecen la calidad de la atención médica a los pacientes que requieran un trasplante.  

En este sentido, el director provincial de Hospitales, Juan Riera, destacó la importancia de rehabilitar el espacio y destacó que "tener operativo el servicio de Trasplante de Médula Ósea del hospital de Niños de La Plata, nos va a permitir al sistema de Salud de la Provincia de Buenos Aires, seguir dando respuesta a situaciones de altísima complejidad que padece nuestra población infantil".

En tanto, el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la Provincia de Buenos Aires (CUCAIBA) fue clave para habilitar el flamante espacio en el que se realizó la intervención: “Trabajamos estrechamente con el hospital de Niños y en hospitales en donde hay servicio de Trasplantes para asesoramiento técnico con fin de habilitación y abastecemos de medicamentos, insumos y recursos humanos en todos los hospitales que tengan servicios de trasplante”, informó el presidente de Cucaiba, Francisco Leone.

Por su parte, el director del hospital provincial Sor Maria Ludovica, Eduardo Pucci, remarcó que “se logró realizar el primer trasplante gracias al apoyo brindado por el Cucaiba y la dirección provincial de Hospitales del Ministerio de Salud”. El director Pucci también felicitó al equipo de trabajadores y trabajadoras de la UTMO que encabeza la hematóloga Sandra Formisano.

El niño oriundo de una familia de Mar del Plata recibió un trasplante de médula ósea autólogo: “el paciente dona sus células a sí mismo y se utilizan posteriormente con un acondicionamiento de quimioterapia. El procedimiento solo dura unos minutos, como si fuera una transfusión de sangre y puede estar acompañado de sus padres.  En 10 o 15 días las células madres proliferan y se forman los glóbulos rojos y las plaquetas que necesita el paciente”, explicó la jefa de la Unidad de Trasplante, Sandra Formisano.