El médico forense Osvaldo Raffo fue hallado muerto de un disparo en su domicilio de la localidad bonaerense de San Martín. Se trata de uno de los especialistas que había presentado el informe que indicaba que el fiscal Alberto Nisman había sido asesinado y que fue elaborado por pedido de Sandra Arroyo Salgado.

“Nadie tiene la culpa de mi muerte”, dice el texto de una breve nota firmada y sellada por Raffo, y que fue encontrada en la mesa de la cocina por la cuidadora que trabajaba en su vivienda. En ese mismo escrito también dejó sentado que uno de los motivos de su decisión fue que “no soportaba más los dolores” corporales que padecía desde hace tiempo.

Un informe preliminar de la Jefatura Departamental de San Martín indicó que personal de la Comisaría 8° de esa localidad encontró al lado del perito criminalístico “el arma utilizada para quitarse la vida”, que sería un revólver calibre 38. “No se halla desorden en la finca”, señaló la policía.

Raffo fue el médico que junto con su par Julio Ravioli, ambos presentados por Arroyo Salgado, firmó el cuestionado informe de minoría que indicó que Alberto Nisman había sido asesinado, una hipótesis que intenta ser sostenida por un extravagante informe de la Gendarmería Nacional.