El sindicato piquetero donde confluyen los movimientos sociales dialoguistas, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), propuso un plan para emerger de la pandemia con labor a pleno en sectores afectados por la parálisis.

En base a un estudio que elaboraron sus técnicos, ese frente propone la construcción de mil fábricas, un millón de viviendas, un millón de chacras y concretar el salario mínimo universal del que habló el Papa Francisco semanas atrás como medicina de terapia intensiva en la crisis mundial.

Uno de los referentes de la UTEP Gildo Onorato señaló que la idea "no es ninguna utopía" y acotó "necesitamos pensar la argentina del Futuro y nos moviliza un escenario gravísimo. Se trata que el país asomará a la post pandemia con indices sociales similares al 2001 o peores".

Con plena sintonía en la concepción de "Las 3 T" (Tierra Techo y Trabajo) la UTEP desde cada uno de sus responsables considera que poner en marcha el núcleo de la industria que es la construcción define que la concepción de "Las 3T no es un eslogan, es una propuesta con políticas publicas para nuestro sector y lo hemos escrito para trabajar y luchar en esa dirección", enfatizó Onorato.

Los trazos fundamentales del plan piquetero fueron entregados al presidente Alberto Fernández en ocasión del último encuentro que compartieron en Olivos.

Allí remarcan también la necesidad de instrumentar un fondo de $200.000 millones, con lo cual estiman que se motorizará la economía en los barrios.

La construcción de viviendas, expresaron desde la UTEP se estima en en lapso de un año y a partir de un diseño "urbanístico planificado". De esa dinámica estiman que se van a generar 4.000.000 de puestos de trabajo directos "con progresión real en cuanto a la inicidencia indireta" además de la participación de pymes y cooperativas, percepciones que explica el documento entregado al Presidente.

El millón de chacras mixtas, bajo la concepción de unidades productivas en zonas periurbanas demandará 5 años. En esa estrategia establecen como necesaria la utilización de tierras estatales y de quebrantos, "es una posibilidad planificada y federal", la cual combinada con una necesaria industrialización del campo, derivarará en la "soberanía alimentaria regional y la capacidad de exportación de alimentos sanos, saludables y con trazabilidad, lo que el mundo demanda", da cuenta el texto que la UTEP llevó a Olivos.