La psicosis desatada por el coronavirus golpeó la semana pasada al consumo en restaurantes, bares y cafés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyos directivos temen una fuerte caída de la facturación y ya se reunieron con funcionarios nacionales para prever los efectos negativos de una crisis económica en ascenso.


El presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de CABA, Ariel Amoroso, expresó  que "bajó el consumo claramente en los últimos días, y las reservas hoteleras se cayeron, tanto las vinculadas con viajes desde el exterior como del interior".

El directivo amplió: "La situación que se está empezando a observar afecta a la hotelería y la gastronomía y pensamos que se podría extender por uno a dos meses por lo menos". Amoroso remarcó que "evidentemente hay una decisión de no salir, y el termómetro va a estar puesto en lo que pase entre viernes y domingo, donde se da la mayor afluencia de gente".


Precisamente la entidad que preside mantuvo una reunión el pasado viernes con el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, para elevarle un petitorio que incluye medidas para salvaguardar a las empresas ante un escenario que se presenta como muy complejo por la posible baja facturación.


Entre todos los segmentos involucrados, pymes y microemprendimientos emplean a 50.000 personas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. "Estamos en la etapa de informar a los asociados todas las medidas a tomar de precaución e higiene. Hay que combatir el miedo a fondo, y también intensificar la limpieza, separar más las mesas, porque el consumidor tiene que estar tranquilo", dijo Amoroso.


El "cisne negro" que apareció con el comienzo de marzo, contrasta con el primer bimestre de 2020. "Fue un inicio de temporada mejor que la anterior, a pesar de ser baja temporada", señaló el presidente de la mayor entidad porteña en el sector.


Proyectó, en este sentido, que "el turismo receptivo va a sentir la situación" y refirió que pidieron al ministro Lammens que se discutan en el seno del Gobierno facilidades para enfrentar la carga impositiva, ya sea la disminución temporal de tributos o el alargamiento de plazos de pago.


Mientras tanto, el viernes último continuaron en algunos supermercados mayoristas las ventas extraordinarias a consumidores finales de alimentos y productos de higiene personal, como alcohol en gel. Así lo confirmaron fuentes del sector mayorista, en línea con lo que había ocurrido el jueves -publicado en exclusiva por este medio- cuando se vieron largas colas en algunas sucursales de Maxiconsumo y Vital, y de otras empresas situadas en el interior de la Argentina.