*Por Jorge Joury

Los operadores políticos han encendido todas las alarmas. Aseguran que las esquirlas que brotan desde los tribunales de Comodoro Py por el escándalo de los cuadernos, son la antesala de un capítulo de impredecibles consecuencias en el plano político y económico. Temen que si no hay un corte en la cacería de pesos pesados de la obra pública, los próximos cuatro meses se conviertan en un escenario de zozobras permanentes en el plano institucional. No solo imaginan que habrá coletazos en la economía. Sino que el escándalo que le sopla en la nuca a ex funcionarios y a los personajes más poderosos del mundo empresario, puede embarrar todos los futuros acuerdos políticos y desencadenar una pelea a brazo partido entre oficialismo y oposición. En su entorno, Mauricio Macri asegura con cierta euforia que está de acuerdo con que vayan presos los popes del Círculo Rojo que hicieron negocios con el kirchnerismo mediante el pago de coimas. No obstante, en los pasillos de la Casa Rosada se escuchan voces más reflexivas que llaman a bajar la vara. Las primeras espadas del Presidente sostienen que la única manera de cumplir con el ajuste que impuso el FMI es logrando consensos. "Hay que dejar de torear al peronismo, porque sin su ayuda no hay llave para poder avanzar en el Presupuesto 2019", opinan los más negociadores.
Mientras tanto, el Congreso está casi con sus motores regulando. Salvo la agenda institucional, desde la nueva Procuradora General a la extinción de dominio en el Senado, el macrismo no quiere abrir grandes debates por temor a escupir para arriba y que otra lluvia ácida le caiga desde cielo.
El Gobierno ya activó una mesa de emergencia para garantizar el futuro de las obras públicas. Para el Presidente, el hecho de que su propio primo, Angelo Calcaterra, esté involucrado en la denominada patria contratista, demuestra que el Gobierno asegura transparencia y que no hay nadie con coronita. Pero la catarata de empresarios reconociendo que pagó coimas y, en especial, aportes de campaña podría ser un bumerán para Cambiemos. Hay quienes aseguran que por esta circunstancia, Macri tuvo un fuerte intercambio de palabras con su mejor amigo, el hombre de negocios Nicolás Caputo (foto).

EL ENOJO DEL AMIGO DEL ALMA

Las versiones dan cuenta que tras su regreso a la mesa chica, Caputo no estaba de acuerdo con entregar en bandeja a las fauces de la justicia a todo el empresariado. En primer lugar porque él mismo fue parte del colectivo que desfila por Comodoro Py. También sospecha que los mismos empresarios se podrían tomar revancha y revelar sus aportes a la campaña 2015. Son dineros oscuros que terminaron llevando a su amigo al sillón de Rivadavia. En el círculo íntimo del Presidente, todos reconocen que Caputo es "el otro yo de Mauricio. Son hermanos de la vida". Su peso en las decisiones de Gobierno es tan grande como cualquier funcionario de primera línea. Incluso, se dice que le armó a su amigo el gabinete de ministros cuando fue jefe de Gobierno en la Ciudad, y tuvo además gran influencia en el armado nacional. Ambos se conocen desde que empezaron el primer grado en el colegio Newman.
Por estas horas el comentario es que Caputo se cansó de discutir y se fue al Sur poco antes de que comience la ronda de indagatorias. En el entusiasmo del Presidente muchos creen ver la mano de Elisa Carrió, quien viene festejando entre sus íntimos la oleada de presos.
También creen que Lilita mandó a la diputada nacional de la Coalición Cívica Lucila Lehhmann a timonear un proyecto de ley para modificar el nombre del Centro Cultural Kirchner. "Las actuales investigaciones penales que desmenuzan una trama de corrupción vinculada con la anterior gestión de gobierno, hacen que sea impropio seguir manteniendo el nombre del ex presidente", explicó la legisladora.
La diputada santafecina consideró que "se ha hecho un excesivo culto a la personalidad de Nestor Kirchner ya que se puso su nombre en infinidad de obras públicas, la mayoría símbolo de la corrupción kirchnerista".
Además, resaltó la decisión de bautizar al edificio con el nombre del ex jefe de Estado "no ha contribuido a la unión de los argentinos sino, por el contrario, ha profundizado su división".
La magnitud de la pesquisa, el peso de las empresas y de los peces gordos involucrados, tiene muy pocos precedentes en la historia de la corrupción, así como del volumen de dinero de esta recaudación ilegal. Eduardo Costa, senador por Santa Cruz , calcula que los dineros negros de la ruta de la coima llegarían a 10 mil millones de dólares.
Frente a este cuadro de situación, el gurú presidencial Jaime Durán Barba posó su lupa sobre una encuesta que realizaron los consultores Eduardo D’Alessio y Sergio Berensztein. Los especialistas concluyen que “hay un país dividido y subdividido”.Según el informe, el 62% de los encuestados cree que la causa de los cuadernos fue algo planificado mientras que el 35% sospecha que se trató de una maniobra casual.
Además el 50% sospecha que la causa está relacionada con el manejo del Gobierno mientras que el 41% cree que fue por una decisión de la Justicia. En cuanto a la participación de los empresario, el 38% cree que estuvo relacionada con coimas, el 5% en aportes, mientras que el 47% en ambos.

PENAS DE PRISION DE HASTA DIEZ AÑOS

A todo esto, por el lado de la economía se evalúan serios efectos colaterales. Por ejemplo, un freno a la inversión hasta que aclare la situación judicial. Miguel Acevedo, el titular de la UIA, fue claro al puntualizar que “este proceso va a extender la recesión. Los bancos van a frenar la financiación a las obras y los PPP (participación pública y privada). Algunos observadores sostienen que hay que ponerle un corte a este escándalo. Permitiría tranquilizar las aguas y que se reacomode el escenario. A nivel internacional también cunde el pánico por el desenlace de la historia. Comentan que en medio de este escenario, nadie vendrá a invertir una moneda en el país.
Los vientos de los tribunales de Comdoro Py, sacuden en todos los frentes. Tanto los empresarios que se acogen a la figura del “arrepentido”, forman parte de una estrategia. Se victimizan como extorsionados para aportar a las campañas del kirchnerismo, como Techint, con el argumento mencionado. Apuntan a quedar al margen de una acusación de soborno y asociación ilícita, con penas de prisión de hasta diez años. Esta postura es funcional al interés del gobierno nacional, que ve le viene como anillo al dedo la estigmatización del gobierno anterior bajo la imagen de “corrupción sistemática”, y presentar a los poderosos hombres de negocios como víctimas. Por ahora, lo único probado y reconocido es que hubo empresas, incluso la de la familia del Presidente, que hicieron pagos irregulares en supuesto beneficio de funcionarios, justamente, de áreas para las cuales realizaban obras.
Angelo Calcaterra, comprometió a la empresa que perteneciera al grupo Macri en los pagos irregulares. También al Presidente en la estrategia judicial seguida. “El sábado 4 de agosto hablé con el Presidente y le conté; él me preguntó por qué lo hacía si yo no figuraba en los cuadernos. Le dije que era mi responsabilidad”, relató el primo de Mauricio Macri en la entrevista que dio esta última semana.
¿Le alcanzará al cartel de la construcción el argumento de presentarse como víctima para circunscribir el impacto del escándalo sobre las espaldas del gobierno anterior? Los inversores bursátiles y financieros han respondido esta semana. Una prueba palpable es que el capital huye de los activos argentinos.
Todo indica que se abrió una caja de Pandora desde donde emergen todos los males del mundo y no hay quien pueda decidir qué es lo que debe quedar adentro sin salir. El antecedente del mani pulite italiano dejó como saldo que toda la clase política, incluso la impulsora del escándalo, resultó víctima, y la consecuencia no fue una nueva dirigencia menos corrupta, sino la irrupción del polémico Silvio Berlusconi, que era dueño de los medios de comunicación que alimentaban el escándalo. Es decir: Italia no fue más prolija sino todo lo contrario y su sistema político se volvió mucho más precario y débil frente a las corporaciones económicas.
El Lava Jato brasileño no parece transitar por mejor camino. Aquí, como en el país vecino, las actuales figuras en el poder que impulsa el escándalo aparecen estrechamente involucrada en los hechos denunciados, como lo dejó expuesto Calcaterra, por si hubiera dudas. Y eso, sin olvidar que el escándalo se monta sobre un escenario ya de situación económica en crisis y en descomposición.

EL CASO ODEBRETCH LEVANTA OLAS

El caso brasileño de Odebrecht, puede convertirse en una nueva lluvia ácida para la Argentina. El fiscal federal Federico Delgado anunció la inminente llegada al país de testimonios reveladores y sus ramificaciones en el país. Esto se hizo posible luego que en las últimas semanas se logró un acuerdo con la justicia de Brasil para que los empresarios del país vecino declaren como arrepentidos ante funcionarios judiciales argentinos.
En el mundo del Derecho se analiza que la situación puede derivar en otra catarata de empresarios y funcionarios desfilando por los tribunales y terminando detrás de las rejas. Son muy firmes las posibilidades de que finalmente se pueda conocer la información de Brasil sobre quién, cuándo, cómo y dónde se pagó coimas en la Argentina para hacer negocios.Según anticipó Delgado, los primeros datos revelan que las mismas personas involucradas en los Cuadernos de Centeno aparecen en el escándalo Odebretch. La operatoria es bastante similar sobre actores y fechas. La investigación de los nichos de corrupción en Argentina, tuvo en los últimos días su impacto en el exterior: el riesgo país y el dólar empezó a subir por decisiones de Wall Street de vender títulos argentinos.
A ningún fondo le interesa el sano proceso de juzgar los sobornos. Todos pretenden anticiparse a su impacto económico para ganar dinero. Hasta ahora evalúan la situación en el espejo de Brasil y por lo tanto empezaron a salir de los bonos argentinos. Esto generó la turbulencia de estas jornadas y la suba del riesgo país. En otras palabras: el Lava Jato profundizó los problemas económicos de Brasil y muchos trasladan la fórmula a la Argentina.
Todo esto ocurre, cuando el almanaque marca que restan 11 meses para la definición de alianzas y candidaturas. Son 12 para las PASO y 15 para las elecciones presidenciales.El efecto cascada del Cuadernogate puede convertirse en otro cisne negro. Los observadores temen serios remezones políticos y económicos. Es un territorio donde siempre se está a expensas de imponderables. Aunque 15 meses para las elecciones es aún un largo trecho, en términos políticos puede haber muchas sorpresas. Está en juego la reelección presidencial, pero también la posible vuelta del peronismo al poder.En términos económicos, puede ser muy poco tiempo y hasta demorar la tan esperada reactivación de la economía el año próximo y que la gente la sienta.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónico esjorgejoury@gmail.com. Si querés consultar su blogs, podés dirigirte al sitio: Jorge Joury De Tapas.