Así lo expresó el científico Miguel Raduazzo por la 97.7. Es oriundo de Lomas de Zamora y trabaja en el desarrollo de microalgas comestibles junto a la NASA. El investigador elabora un estudio clave para la lucha contra la desnutrición.

De Lomas a la NASA:

A raíz de dos proyectos que le acercaron para combatir la desnutrición (provenientes de Quilmes y Córdoba), Raduazzo se contactó con la NASA para que los evaluara y les brindara una sugerencia.

Sobre el trabajo de la Estación Internacional Espacial ubicada en Estados Unidos, comentó que “la NASA tiene que producir una serie de alimentos, para sus misiones espaciales. Por eso estudiaron durante años, cómo alimentar a los hombres que realizan esos viajes”

¿CUÁL ES EL FIN DE LA INVESTIGACIÓN?

El ingeniero industrial contó que se encuentra abocado a la investigación y está en pleno desarrollo del proyecto.

En ese sentido, detalló que “este trabajo comenzó por la desnutrición, planteo alternativas para combatirla" y agregó que "el gran problema del mundo es la producción de alimentos.”

“Si comparamos, un gramo de microalga tiene más calcio que un gramo de leche”, afirmó.

Con respecto al llamado que recibió de la NASA, aclaró que “me dijeron de desarrollar un trabajo propio de ellos que trata de una serie de microalgas comestibles” y añadió que son “microorganismos que se reproducen en cuestión de horas”.

“Generamos alimento y un recurso genuino”, destacó.

El ingeniero industrial creó laboratorios en Lomas, Glew, Guernica y La Matanza, que están conectados con la NASA para el intercambio de datos.

Como parte del cuidado del medio ambiente, Miguel Randuazzo avanzó en el proyecto de utilización de residuos forestales para implementarlo en el crecimiento de las algas.

Es decir, quemar ramas para lograr la temperatura óptima, generar dióxido de carbono para que el vegetal libere oxígeno y, por último, tomar las cenizas que ayuda también a su desarrollo. Se aprovecha el ciento por ciento de los desechos.

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