Son datos de la Encuesta Permanente de Hogares. La pobreza trepó de 25,5% a 34,1% y afecta a 13,8 millones de personas.

De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC la pobreza trepó al 34,1% y la indigencia escaló al 7,9 de la población. Un año atrás esos indicadores eran de 25,5% y de 4,9%, respectivamente.

En total, hay 13.800.000 pobres, con un aumento en 12 meses de 3.600.000 nuevos pobres. En tanto, los indigentes urbanos suman 2.900.000, con un incremento de casi un millón de nuevos indigentes.

Si esos mismos números se proyectan a toda la población, incluyendo el sector rural, hay poco más de 15 millones de pobres, los cuales 3,5 millones son indigentes.

Los datos de la base usuaria de la EPH toman en cuenta que en el primer trimestre de cada año, entre otros factores, inciden en el ingreso de los hogares el cobro del medio aguinaldo y de las vacaciones.

Según afirman en el INDEC, los resultados no pueden compararse contra los del cuarto trimestre del año anterior. Por eso el organismo difunde las cifras de pobreza e indigencia por semestre por ser la comparación más homogénea.

El próximo informe del INDEC de pobreza recién se conocerá en septiembre y abarcará al periodo enero-junio. En la medición semestral del año pasado, el INDEC informó un 32% de pobreza en el segundo semestre y el 27,3% del primer semestre.

En relación a ambos semestres, la primera medición trimestral de este año es superior a ambos porcentajes anteriores. Por regiones el norte argentino y el conurbano bonaerense vuelven a encabezar los números.

Este fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por la caída del salario real, deterioro de las jubilaciones y demás prestaciones sociales, como asignaciones familiares, pérdida de empleos, y de los empleos informales.

Para intentar frenar los indicadores negativos, el Gobierno de Mauricio Macri adelantó en marzo el incremento de la AUH de todo 2019, pero aún así no pudo evitar el salto tanto de la indigencia como de la pobreza.

La medición del INDEC se denomina de pobreza por ingresos porque toma en cuenta los ingresos de las personas y familias y los contrasta contra el valor de la canasta de alimentos básicos y la canasta básica total.

Esa comparación arroja que los valores de ambas canastas en esos 12 meses aumentaron entre un 60,9% y 64,2% frente aumentos salarios y de jubilaciones en torno del 35% y de deterioro de ingresos de los empleos informales.

Como ese deterioro de los ingresos de la población continuó en los tres meses siguientes y el empleo siguió en retroceso se estima que la medición de ambos indicadores sociales del segundo semestre superarán el 35%.

Fuente: Diputados Bonaerenses