La Justicia investiga si un oficial de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que mató a balazos a uno de los tres delincuentes que lo asaltaron con un arma de juguete en la localidad de Monte Grande, partido bonaerense de Esteban Echeverría, "se excedió en la legítima defensa".

El agente involucrado, identificado como Matías Arrúa, de 25 años, que presta servicio en la Unidad Operacional de Ezeiza, fue detenido este lunes a la madrugada pero cerca de la medianoche recuperó su libertad y continuará a disposición de la Justicia acusado de "homicidio cometido en exceso de legítima defensa".

El oficial, que lleva en la fuerza cinco años, fue atacado en el momento en el que se encontraba junto a su novia, también miembro de la misma fuerza de seguridad, en un Volskwagen Gol.

Según los investigadores, la pareja llegaba a su domicilio, en Mariano Acosta al 300, de Monte Grande, cuando fue sorprendida por los tres delincuentes, uno de los cuales empuñaba un arma.

Los ladrones se apoderaron de los efectos personales del policía, entre ellas las llaves del auto, al cual se subieron con intenciones de escapar.

Fue en ese momento, cuando el oficial ingresó al garaje de su casa, tomó la pistola reglamentaria de su novia, una Beretta calibre 9 milímetros y comenzó a disparar contra el auto y mató a uno de los delincuentes, un adolescente de 16 años que estaba en el asiento del conductor, mientras que los otros dos lograron escapar corriendo.

Los médicos constataron que el delincuente fallecido presentaba cuatro heridas de arma de fuego, con orificios de entrada y salida en la costilla dorsal izquierda, brazo izquierdo, oreja izquierda y hombro derecho.

Tanto el oficial como su novia, quienes se hallaban vestidos de civil y se encontraban de franco de servicio, no sufrieron heridas ni lesiones.

Además, se determinó que el vehículo Volskwagen Gol presentaba ocho orificios de arma de fuego, siete de ellos en la puerta del conductor (cinco en la ventana y dos en panel de la puerta) y uno en parte central de panel de la puerta del acompañante.

Sobre el asiento del conductor la policía secuestró una pistola de juguete, con la cual se presume que los delincuentes amenazaron a la pareja de efectivos.