Comenzó el ciclo lectivo 2017 para los cursos gratuitos brindados por la Subsecretaría de Cultura y Educación.

“La matrícula ascendió de manera significativa. Tras culminar el período de inscripción, contabilizaron 6 mil alumnos en nuestra sede del Centro y otros 9 mil estudiantes distribuidos en 90 instituciones para los talleres descentralizados”, detalló la titular de la mencionada dependencia comunal, Julieta Pereyra.

Ampliar la oferta académica por medio de entidades situadas en distintos puntos del distrito facilitó el acceso a las actividades y evitó extensos traslados para obtener una vacante. “Sentimos una enorme satisfacción. Capitalizamos la posibilidad de ofrecer a los vecinos un ámbito donde capacitarse de manera gratuita. Obtienen herramientas que posibilitan la adquisición de nuevas aptitudes”, afirmó.

La colorida ceremonia inaugural empezó con una coreografía diagramada por las profesoras de Ritmos Latinos, que exhibieron su destreza al ritmo de la canción perteneciente al compositor puertorriqueño Luis Fonsi: “Despacito”.

“Aprender en un ámbito distendido resulta un gran incentivo. Por esa razón, invitamos a todos los varelenses a descubrir juntos su vocación”, describió Pazos. La bailarina emprendió una exitosa carrera artística cuyas raíces crecieron en el mismo lugar donde regresó para compartir su sabiduría.

Los músicos convocados para potenciar a los artistas locales en el programa “Escuelas bandas de rock” combinaron sus habilidades e interpretaron una extraordinaria versión de

“I shoot the sheriff”, una melodía histórica concebida por Bob Marley en 1973. Manuel Machado en guitarra, el bajista Adrián Jazmín, Gastón Picasso en teclados, Cristian Sosa en batería y el vocalista Aníbal Ochoa recibieron una cálida ovación tras su performance en escena.

“A través de la música, logramos acercarnos al barrio y seducir a los jóvenes. Vivimos experiencias muy saludables. Las experiencias grupales son muy motivadoras”, afirmó Machado, violero en la Orquesta Típica “La Vidú”.

Nicolina, oriunda de Santa Rosa, reservó su cupo para gimnasia terapéutica, tango, danza jazz y yoga. “Me considero una habitué. Tengo 72 años y es una manera de mantenerme en ritmo. Saber que existe la oportunidad para continuar el aprendizaje es una gran motivación”.