Más de 70 están heridas, 18 de ellas en estado crítico, tras el incendio que ha arrasado durante la noche un edificio de viviendas en el oeste de Londres.

Al menos 17 personas han muerto y 74 están heridas, 18 de ellas en estado crítico, tras el incendio que arrasó durante la noche un edificio de viviendas en el oeste de Londres, una cifra de víctimas que las autoridades temen que aumente en las próximas horas.

El incendio en la torre Grenfell, un edificio de 24 plantas en el barrio de North Kensigton que alberga a 120 viviendas, comenzó a la 1.15 hora de Londres (21.15 de Argentina).

Los habitantes de la torre habían denunciado las “pésimas condiciones de seguridad” del inmueble a través del Grupo de Acción de Grenfell, en cuyo blog sentenciaron que las advertencias "cayeron en oídos sordos".
“Predijimos que una catástrofe como esta era inevitable y sólo era cuestión de tiempo”, aseguraron en un documento.
Por su parte la empresa de construcción Rydon, que el año pasado rehabilitó el exterior del bloque de pisos, construido originalmente en 1974 por un valor de 8,6 millones de libras (unos 9,7 millones de euros), emitió un comunicado en el que afirmó que el edificio "cumplía todos los estándares" legales.

Los bomberos continúan con las tareas de extinción de los restos del fuego y el apuntalamiento de la torre Grenfell para que sea seguro en la búsqueda.

El incendio se desató por causas aún desconocidas, y la Policía cree que todavía puede haber personas que quedaron atrapadas en el inmueble y no han sido localizadas.

Más de 200 bomberos, un centenar de médicos y otros cien policías se desplazaron de madrugada al edificio, de 24 plantas y con 120 viviendas, donde había cientos de personas en el momento en el que comenzó el fuego.

La Policía acordonó inicialmente el edificio ante el miedo a que se pudiera derrumbar, aunque un ingeniero de estructuras comprobó el estado del inmueble esta mañana local y dio luz verde a los equipos de rescate para continuar con sus labores en el interior.

Testigos contaron cómo durante la noche se vieron luces de teléfonos móviles (celulares) y linternas en los pisos superiores, donde podrían haber quedado atrapadas personas que pedían ayuda, mientras quealgunos adultos lanzaban a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.

Una vecina del inmueble, Samira Lamrani, relató cómo desde la calle podía ver a "gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando", mientras otras personas desde la calle intentaban tranquilizarlas.

La responsable del Servicio de Bomberos de Londres, Dany Cotton, afirmó ante los medios que se trata de un incendio "sin precedentes" en la capital británica, como no ha visto en veinte años de carrera.

El Ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea, donde se encuentra el edificio, señaló en un comunicado que su principal objetivo por el momento es dar apoyo a las operaciones de rescate.

"Las causas del fuego tendrán que ser investigadas a conciencia" una vez finalicen las tareas de los equipos de emergencias, indicó el primer edil del distrito, Nick Paget-Brown.