La suba de tarifas y la caída del consumo, pegan fuerte en la industria panaderil donde la Federación Argentina de Industrias de Pan (Faipa) decretó la "emergencia nacional", que ya produjo el cierre de más de 200 locales en el 2018.


Fuentes de Faipa señalaron que "se declaró el estado de emergencia de las panaderías de todo el país por no poder afrontar el pago de los servicios de luz, gas y agua; por la agobiante presión tributaria; y la dolarización de las materias primas".
Asimismo, la entidad denunciará la falta de respuestas por parte del presidente Mauricio Macri. "El urgente pedido de audiencia al presidente, efectuado el 21 de diciembre, todavía no fue respondido. Nosotros terminamos el año llorando el cierre de más locales, y Macri no nos escucha y sigue de vacaciones en el sur", plantearon desde la industria del pan.
Durante el 2018, la harina de trigo -principal insumo para la elaboración de panificados- subió un 131 por ciento, siendo por lejos el producto alimenticio que más se incrementó el año pasado. "Las ventas bajaron entre un 40 y un 50% el año pasado, frente al 2017, o sea que nosotros estamos trabajando a pérdida", dijeron desde Faipa. En el encuentro, cada provincia expuso sus dificultades que, si bien son similares, no son idénticas en cada región del país. "Es fundamental hacer conocer al Gobierno nuestra terrible coyuntura y que se tomen medidas para paliar esta situación, sobre todo respecto a las tarifas de servicios y aportes patronales. También se advertirá que si esta situación persiste, nuestra industria tomará medidas restrictivas, las cuales en muchos casos derivará en el despido de personal a nuestro cargo, haciendo responsable al Estado de este conflicto", ampliaron desde la organización empresarial.
En forma conjunta, la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires (Fippba) emitió un comunicado donde plantea que "nuestra industria se encuentra pasando por su peor momento de los últimos 15 años". "Recibimos un golpe tras otro y no logramos recuperarnos", destacaron.
"También nos vimos afectados -como todas las pymes- por el alza de la luz, gas y agua. A este panorama le debemos sumar las caídas en las ventas, lo que determinó un sinfín de cierres de panaderías, muchas de ellas con más de 50 años de trayectoria", señalaron.
La entidad bonaerense indicó que "vemos un 2019 muy difícil, con cierre de panaderías", y destacaron que "en todo el país se comenzaron a cerrar panaderías y los despidos a empleados".