La industria nacional atraviesa uno de sus peores momentos frente a la política económica de Cambiemos que desde 2016 abrió las importaciones y aplicó fuertes tarifazos que dejaron fuera de la competencias a las empresas y pymes argentinas. De acuerdo a un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, desde fines de 2015 se destruyeron un promedio de 2.250 puestos de trabajo por mes en la industria argentina. Los principales factores que afectan el desempeño del sector en términos de producción y rentabilidad son tres: la avalancha de importaciones, la caída en las ventas internas y la acuciante inflación de costos.
“La reciente renuncia del Ministro Francisco Cabrera, no es más que el final de una crónica anunciada, dada la trayectoria errática que presentó el sector bajo su órbita desde fines de 2015”, apuntó en el informe Santiago Fraschina, quien está a cargo de la Carrera de Economía de la UNDAV.
En ese sentido, el documento de la UNDAV detalla cómo, lejos de moderarse por el aumento en los productos finales importados o por la suba abrupta del tipo de cambio, en los primeros cuatro meses del vigente año las compras de bienes en el exterior treparon un 21,3%.
Los datos de tres de las cadenas de valor industriales más representativas reflejan un panorama adverso: en la industria automotriz se verificó un descenso superior al 25% en la fabricación local de unidades terminadas; en la industria de la marroquinería y el cuero, la producción de calzados se redujo más de 19%; y, en cuanto a la industria textil, el abrupto aumento del 40% de las importaciones motivó una reducción del 18% en el valor agregado sectorial, todo en los últimos dos años y medio.
Además, en el informe se vislumbra como la caída del empleo es un reflejo de la retracción general: en los últimos dos años y medio se destruyeron 63.000 puestos de trabajo, lo cual redujo la nómina industrial en un 5% del total e hizo que la industria, a nivel agregado, siga 0,5% por debajo de los niveles de producción de 2015.