En una entrevista el embajador norteamericano calificó a Macri como "un aliado clave" de Trump; críticas por la presencia de China en la Argentina; los proyectos para las relaciones bilaterales.

El embajador norteamericano en Buenos Aires Edward Prado no anda en rodeos al exponer sobre la relación bilateral entre ambos países: "Estados Unidos está comprometido en ayudar y acompañar a la Argentina en este camino", dijo el enviado de Donald Trump al país. No sólo ello. También calificó al vínculo bilateral como "una relación positiva y madura" al mismo tiempo que ve en la administración de Mauricio Macri "un socio estratégico y un aliado clave".

Pero hay una luz amarilla que enciende Prado al hablar de las relaciones bilaterales. Esa suerte de advertencia tiene nombre y apellido: se llama China. "La creciente presencia de China ciertamente presenta un desafío para la región. Los esfuerzos de China por adecuar las reglas a la conveniencia de sus compañías en ocasiones chocan con el interés que compartimos con la Argentina por mantener un orden mundial en términos de regulaciones", dijo el embajador Prado.

Además, destacó que "la falta de apego de China a las normas de transparencia en sus inversiones puede afectar el combate contra la corrupción en la región".

Prado fue juez de apelación en la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, llegó hace menos de un año a la Argentina designado por Trump y ya se siente como un porteño más. De hecho, recorrió gran parte del país junto con María, su esposa también texana, y es un ferviente amante del asado y del choripán.

Durante la entrevista  el embajador Prado habló de todo: la cooperación conjunta en la lucha contra el narcotráfico, los vínculos comerciales, la ayuda financiera norteamericana a la Argentina, la relación personal de Tump y Macri, los proyectos de cooperación para este año, las elecciones presidenciales en el país y, por supuesto, también mencionó el caso Venezuela de manera tajante. "En este punto Estados Unidos y la Argentina también están de acuerdo: Maduro debe dejar el poder", sostuvo.

Sobre el futuro electoral que se avecina, Prado eligió una definición bien diplomática. "Nuestro objetivo es que la relación sobre la que trabajamos hoy permita proyectar un vínculo estable por décadas, independientemente de quien gobierne", expresó.

– ¿Cómo definiría la actualidad de las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y la Argentina?

-A menudo subrayo la suerte que he tenido de ser embajador en este momento, porque creo que la relación entre nuestros países es más sólida que nunca. Es una relación positiva y madura que se ha consolidado en los últimos años, basada en valores e intereses compartidos. En el último tiempo, hemos recibido en la Argentina al presidente Trump, al vicepresidente Pence y a muchos miembros de su gabinete en un hecho sin precedentes. También nos visitó un grupo parlamentario con representantes republicanos y demócratas, en una clara muestra de que nuestro apoyo no encuentra diferencias en los partidos. En simultáneo hemos visto numerosos funcionarios argentinos viajando a mi país.
En todo este tiempo ha sido indudable el respaldo de los Estados Unidos a la Argentina, expresado en repetidas ocasiones por el propio Presidente y otros miembros de su administración. Todo nuestro esfuerzo en la Embajada está dedicado a seguir por este camino para continuar estrechando los lazos. Como dijo el presidente Trump, la Argentina es un socio estratégico de los Estados Unidos, un aliado clave. Vemos al país como un líder en la región y por esa razón trabajamos en conjunto no sólo en temas de la agenda bilateral, sino también en cuestiones de interés global.

– ¿Qué cree que deberían hacer Argentina y Estados Unidos para ejercer una mayor presión a Venezuela para recomponer allí la democracia? ¿Cuáles son los caminos que se deben tomar ahora?

-La Argentina ha demostrado un enorme liderazgo en este tema y nos sentimos honrados de estar a su lado por el bienestar del pueblo venezolano. Pero realmente este es un movimiento internacional, que va más allá de la visión de los Estados Unidos y la Argentina. Los defensores de los derechos humanos y la democracia de todo el mundo han expresado, de manera incuestionable, que el cambio debe llegar al pueblo venezolano y debe ocurrir ahora. Existe un consenso internacional muy significativo respecto a este tema, en el que los Estados Unidos y la Argentina también están de acuerdo: Maduro debe dejar el poder. Ya son más de 40 los países que han reconocido al gobierno interino de Venezuela. El reciente pronunciamiento del Grupo de Lima en Canadá dejó muy en claro el apoyo a Juan Guaidó para que lidere una transición hasta que se celebren elecciones libres y justas. Como la Argentina, queremos un retorno pacífico a la democracia y la prosperidad, y entendemos que eso sólo ocurrirá con un gobierno que respete los derechos humanos y la libertad. Los Estados Unidos y la comunidad internacional comparten la obligación de considerar todas las herramientas disponibles para ayudar al pueblo venezolano. Por eso el Grupo de Lima evaluó en Ottawa alternativas para reforzar la cooperación con los representantes del gobierno interino y la ayuda humanitaria para paliar la situación de un pueblo que ha visto partir a millones por las penurias que enfrenta.

– ¿Cuál es la evaluación que hace usted y que manifestó el presidente Donald Trump de los resultados de la cumbre del G20 realizada en Argentina?

-Creo que se debe destacar la capacidad del gobierno argentino para realizar este evento de manera impecable. Desde el principio teníamos confianza en la habilidad de la Argentina para realizar un G-20 -el primero en América del Sur- exitosamente. Lo expresamos en muchas ocasiones y así se lo hicimos saber al gobierno argentino cuando ofrecimos toda la cooperación que estuviera a nuestro alcance. Al cabo de un año de más de 50 reuniones del G-20 y a la luz del resultado de la cumbre de líderes, creo que existe el consenso de que la Argentina cumplió con creces este desafío. Estamos muy impresionados por el modo en que la Argentina ejerció la presidencia de este grupo, que pone al país como líder regional, generando beneficios propios y también a las naciones socias, como los Estados Unidos. Antes de regresar a Washington, el presidente Trump me dijo que estaba muy contento con su visita. Y me pidió que le transmitiera este mensaje al presidente Macri. En esos días vi al presidente Trump muy cómodo con la relación de amistad que mantiene con el presidente Macri y creo que eso ayuda a estrechar los lazos entre nuestros países. Estoy convencido que estos vínculos seguirán consolidándose. En lo personal, debo decir que siempre he admirado a la Argentina, hoy aún más. Durante los días del G-20 el país estuvo en el centro de la atención mundial y creo que todos estaremos de acuerdo en que hicieron un trabajo excepcional.

– ¿Cree que el vínculo personal y de amistad que existe entre el presidente Trump y Mauricio Macri fue fundamental a la hora de cerrar acuerdos para el documento final?

-La amistad entre los presidentes ha sido muy importante para fortalecer el entendimiento entre nuestros países, pero su amistad personal es sólo una parte de la historia. Creo que el vínculo entre nuestros líderes ha conseguido potenciar aún más una relación que hace tiempo se viene consolidando. La relación fuerte y positiva va más allá de las personas, aun cuando sean los presidentes. Vimos su química personal en el encuentro que mantuvieron en Buenos Aires, pero también lo hemos visto en el desarrollo del año en distintos temas. Creo que tenemos suerte de que nuestros líderes se conozcan hace tanto tiempo. Es muy significativo el contacto que han mantenido hasta ahora, con reuniones y llamados regulares para hablar de numerosos temas de interés común. Y estoy seguro de que esto continuará mejorando la relación. Pero cabe mencionar que tenemos una amplia gama de intereses mutuos que superan lo bilateral y alcanzan asuntos regionales y globales. Apreciamos no solo el liderazgo del presidente Macri, sino también la cooperación que tenemos con la Argentina a través de muchos otros canales institucionales, como puede ser el Grupo Parlamentario de Amistad, del que participan legisladores de diversos partidos.

El saludo de Trump y Macri durante el G20 realizado en Argentina
El saludo de Trump y Macri durante el G20 realizado en Argentina

-¿Es posible que la tregua que sellaron en Buenos Aires Trump y el presidente de China Xi Jinping por la guerra comercial pueda afectar a la Argentina en relación a su comercio mundial?

-El presidente Trump y el presidente Xi mantuvieron en Buenos Aires una reunión que calificaron como exitosa para establecer una base de diálogo en torno a algunas diferencias. Siendo las principales economías del mundo, es entendible que los países que mantienen relaciones con los Estados Unidos y China sientan algún tipo de impacto. Los Estados Unidos entienden que el éxito de otros países es bueno para nuestro país también, todos ganamos cuando hay mercados fuertes y estables. Pero para que todos se beneficien, todos deben jugar con las mismas reglas, bajo principios de justicia, transparencia y reciprocidad. Habrá que seguir con atención el curso de las negociaciones con China.

– ¿Cuáles son a su entender los temas centrales que se acordaron en la reunión de Macri y Trump para mejorar las relaciones bilaterales?

-El presidente Trump y el presidente Macri tuvieron una reunión muy productiva en la Casa Rosada, en la que abordaron muchos asuntos de la agenda bilateral. Conversaron sobre las reformas implementadas por la Argentina para promover el desarrollo y el crecimiento económico, así como también la crisis humanitaria en Venezuela. Los Estados Unidos están comprometidos a ayudar y acompañar a la Argentina en este camino, con la intención de expandir el comercio entre ambos países bajo reglas claras y de reciprocidad. En el marco del G-20, nuestros países alcanzaron una serie de acuerdos de mucha importancia que sin dudas reforzarán la relación. El secretario Mnuchin y el ministro Dujovne sellaron un acuerdo de cooperación energética, mientras que la Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC) confirmó su apoyo a seis ambiciosos proyectos por más de 800 millones de dólares, con la posibilidad que este apoyo pueda atraer hasta 4.000 millones de dólares más en inversiones privadas. A esto se suman acuerdos en materia de educación, aviación y salud. Y también la apertura de mercados para la carne. Estos avances se dan en simultáneo con el crecimiento constante de las inversiones de empresas de los Estados Unidos en la Argentina.

– ¿Existe la posibilidad de que Estados Unidos y Argentina refuercen la cooperación en materia de seguridad para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en la región?

-La cooperación de los Estados Unidos en materia de seguridad con la Argentina y otros países de la región se basa en intereses recíprocos y se lleva adelante con la aprobación de los respectivos gobiernos. Nuestra cooperación con la Argentina nos permite mejorar la manera en que trabajamos juntos, compartimos experiencias y exploramos los desafíos.
Sin dudas el terrorismo y el narcotráfico forman parte de esos desafíos en tanto son problemas globales. Sin ir más lejos, nuestros dos países han sufrido los ataques del terrorismo internacional. Este año será el 25° aniversario del atentado contra la AMIA y los Estados Unidos seguirán acompañando la búsqueda de justicia. En cuanto al combate contra el narcotráfico, los Estados Unidos tienen una extensa experiencia que queremos compartir con nuestros socios. Creemos que la Argentina se puede beneficiar aprendiendo de esta experiencia, con sus aciertos y desaciertos. Estamos complacidos de poder trabajar con Argentina para hacer frente a estos flagelos con una perspectiva conjunta, que se adapte a cada realidad. Vemos a la Argentina como un socio igualitario y confiable, y por eso valoramos sus ideas y opiniones.

– ¿La relación estrecha que tiene la Argentina con China implica para Estados Unidos una molestia o significa una fuerte competencia en términos de comercio, defensa o seguridad regional?

-Reconocemos y respetamos el derecho soberano de cualquier país para decidir sobre sus relaciones diplomáticas y económicas, como la Argentina puede hacerlo con China. Pero también creemos que las inversiones y el comercio con cualquier país deben ajustarse a los niveles apropiados de transparencia, estándares anticorrupción, deudas sustentables, derechos laborales, buenas prácticas medioambientales, y respetar las necesidades y preocupaciones de las comunidades locales para asegurar beneficios perdurables. Mientras que los Estados Unidos continúan siendo el socio preferido en la región en términos de comercio e inversiones -y el principal inversor internacional más en la Argentina- la creciente presencia de China ciertamente presenta un desafío para la región. Los esfuerzos de China por adecuar las reglas a la conveniencia de sus compañías en ocasiones chocan con el interés que compartimos con la Argentina por mantener un orden mundial en términos de regulaciones. Además, la falta de apego de China a esas normas de transparencia en sus inversiones puede afectar el combate contra la corrupción en la región. Los Estados Unidos promueven el comercio libre, justo y recíproco. Apoyamos las relaciones que sean consistentes con la libre competencia y la transparencia, y que se ajusten a altos estándares de buen gobierno.

Edward Prado junto a Mauricio Macri
Edward Prado junto a Mauricio Macri

– ¿Los créditos que ofreció Estados Unidos por medio de la Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC, por sus siglas en inglés) implican un nuevo voto de confianza de la administración norteamericana al gobierno de Macri?

-En efecto, los anuncios de la OPIC reflejan la confianza de los Estados Unidos en el camino de reformas que lleva adelante el gobierno y que se manifiesta en muchas otras acciones. En particular, los proyectos que respaldará OPIC en la Argentina servirán para impulsar de manera significativa el crecimiento y la estabilidad local, tal como explicó el presidente de la corporación, Ray Washburne, en su visita. Hablamos de proyectos en energía e infraestructura, áreas que tienen un altísimo impacto en lo logístico y en las cadenas de valor. Este apoyo marca el compromiso de OPIC con la Argentina, que es mismo que el gobierno de los Estados Unidos expresa por otras muchas vías.

– ¿Existe el temor entre los empresarios o los políticos norteamericanos a que haya un regreso de Cristina Kirchner en la Argentina en el 2019 que empañen otra vez la relación bilateral?

-Los Estados Unidos trabajan por consolidar una relación a largo plazo con la Argentina, un vínculo que cada vez es más estrecho y que se apoya en valores e intereses comunes. Las relaciones entre los países exceden a sus administraciones, aun cuando existan más o menos coincidencias entre ellas. La Argentina tendrá elecciones este año y confiamos en que el proceso se desarrolle con éxito. Nuestro objetivo es que la relación sobre la que trabajamos hoy permita proyectar un vínculo estable por décadas, independientemente de quien gobierne.

– ¿Hay posibilidades de que Estados Unidos incluya a los ciudadanos argentinos en el Programa de Exención de Visa el próximo año?

-Al igual que otros países, los Estados Unidos revisan permanentemente su política migratoria para adecuarla a las necesidades de la situación en cada momento. De todas maneras, este es un tema que fue tratado por nuestros países en otras oportunidades y que está íntimamente relacionado con cuestiones de cooperación en materia de seguridad. El proceso en cuestión implica múltiples pasos. Inclusive, normalmente, el cumplimiento de todos los requisitos para que un país califique para el Programa de Exención de Visa puede llevar años. De hecho, no se ha incorporado ningún país al Programa desde 2014. Más allá de esto, la cantidad de argentinos que viajan a los Estados Unidos y viceversa demuestra un fluido intercambio. En los Estados Unidos, nos encanta recibir a los argentinos; son excelentes visitantes. El porcentaje de otorgamiento de visas en el caso de los argentinos es mayor al 95%. Y hace apenas dos años la Argentina fue incorporada al programa Global Entry, que agiliza de manera notable los ingresos de pasajeros frecuentes y ha sido un éxito.