Con el propósito de seguir de cerca las políticas del gobierno de Mauricio Macri y ver como se avanza en el ajuste, el FMI planea abrir una oficina propia en Buenos Aires. Allí desplegará un staff de expertos y personal administrativo destinados a monitorear el cumplimiento de las metas económicas y fiscales acordadas con la Argentina.


Según los trascendidos, el trabajo de la oficina en Buenos Aires será para redactar documentos secretos describiendo la situación económica de la Argentina y analizando el panorama político que protagonizan Mauricio Macri y la oposición. Christine Lagarde, directora ejecutiva del FMI, quiere saber en tiempo real si Macri está cumpliendo las metas acordadas y si el peronismo tiene posibilidades de regresar a la Casa Rosada.
Hasta ahora, la directora Lagarde, el board del Fondo y sus expertos solo accedían a la información pública y reservada que se aportaba desde la administración de Macri. Con la apertura de las oficinas en Buenos Aires, el futuro representante del FMI podrá consultar además a la oposición y a los expertos privados que analizan y reportan la situación de la economía.
La pretensión del Fondo es la de poder contar con sus oficinas para agosto, para tener información actual y de propia investigación de las negociaciones que emprenderá Macri con la oposición para lograr un acuerdo de ajuste fiscal que satisfaga al Fondo y a la clase política de la Argentina.