El presidente Mauricio Macri firmó el decreto para exigir al sector privado un bono de fin de año de hasta $5.000 pesos pagadero en dos cuotas y no remunerativo. Además, tendrá un plus del 10% para los empleados estatales.

Sin embargo, incluye sectores "excluidos", entre ellos el personal doméstico de casas particulares. Fuentes del Ministerio de Producción y Trabajo justificaron en declaraciones periodísticas la decisión debido a que en la gran mayoría de los casos, la patronal es otro trabajador al que se le dificultaría abonar ese plus.

Según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), existen en el país casi 500 mil trabajadores de casas particulares registrados, aunque se trata de un sector donde la gran mayoría está "en negro".

A poco de concluir el año, las empleadas domésticas sólo recibieron en 2018 un solo incremento en marzo, de un 3%, que completó la paritaria cerrada en 2017, y que a marzo llegó al 25%. Desde entonces, no recibieron ningún ajuste del salario, cuando la inflación terminará diciembre con al menos el 45%. Es decir, una pérdida del poder adquisitivo del 42%, para un sector que tiene una enorme informalidad.

El decreto de necesidad y urgencia consensuado por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, con empresarios y sindicalistas establecería "una asignación no remunerativa" para todos los empleados "en relación de dependencia", a pagarse en diciembre y febrero.

De todos modos, se dejaría abierta la puerta para que el pago se efectivice en más de dos cuotas, y se facultaría a empresas y gremios para que se compute este monto "a cuenta" de las revisiones y los aumentos acordados en la negociación paritaria de este año.

Se tendría en cuenta también, la situación de "sectores que se encuentren especialmente en crisis o declinación productiva".