Así lo anunciaron Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio, presidentes de Boca Juniors y River Plate respectivamente, en conferencia de prensa.

"A pesar del atractivo local e internacional que genera el súper clásico argentino con presencia de sus dos parcialidades, dicha medida puede generar inconvenientes para los socios de ambos clubes", dice un comunicado de la AFA.

El presidente Mauricio Macri, había pedido hace unos días que el superclásico se jugara con público visitantes, debido a que según él, se trata de una "final histórica".

"También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir", dijo Macri en su cuenta de Twitter la semana pasada.

Los presidentes de los clubes habían solicitado previamente que los partidos de ida y vuelta de la final de la Libertadores se jugaran los dos domingos, a petición de la comunidad judía en Argentina, según reportó Télam.

Sin embargo, la petición fue desestimada y el partido de ida se jugarán los sábados 10 y 24 de noviembre a las 17:00 hora local.