“Las pymes le vamos a transferir a los bancos 150 mil millones en concepto de intereses”, lanzó ayer el titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gerardo Díaz Beltrán, al referirse al alza en el costo del financiamiento para las actividades productivas y comerciales. Como parte de su estrategia para intentar evitar una nueva aceleración en la corrida cambiaria, el Banco Central dispuso anteayer incrementar sus tasas de interés de referencia de 40 a 45 por ciento.


“La decisión respaldará al peso pero probablemente retrasará la recuperación de la actual recesión”, consideró el analista Gabriel Torres de la firma calificadora de riesgo Moody’s. La medida anunciada el lunes por el banquero central Luis Caputo será mantenida por lo menos hasta octubre y se traduce en un incremento de las tasas que pagan las pequeñas y medianas empresas para acceder a las distintas líneas de crédito. Torres sostuvo que la calificadora proyecta una contracción de la economía este año y solo prevé un moderado crecimiento en 2019. Ayer el Palacio de Hacienda reconoció que revisará sus estimaciones del crecimiento hasta, por lo menos, un cero por ciento.
“Un menor crecimiento en un entorno de altas tasas de interés complicará los esfuerzos de consolidación fiscal de las autoridades para 2019, un factor negativo en términos crediticios”, indicó Torres.
Desde CAME advierten que las tasas de interés en el sistema financiero local oscilan entre 50 y 60 por ciento. “Dependemos del financiamiento y resulta que las pymes estamos financiando al Estado, como por ejemplo con el anticipo del impuesto a las Ganancias”, manifestó Díaz Beltrán. “La presión fiscal es insostenible, sobre todo la de Ingresos Brutos, que es un impuesto sumamente distorsivo”, agregó. Entre las medidas que reclamaron los empresarios figura, por ejemplo, la extensión del programa “Ahora 12” a todos los días de la semana.