Fiel a su estilo, Elisa Carrió volvió a montar su propio show en la Cámara de Diputados. En medio de la sesión en la que se debatía la urbanización de las villas y la "ley Justina", la histriónica legisladora oficialismo pidió la palabra para aclarar sus dichos sobre las propinas como solución a la crisis económica nacional.


Sin embargo, la mente le jugó una mala pasada a la legisladora generando el repudio de gran parte de la Cámara baja. Al tomar la palabra, Carrió lanzó: "Quería aclarar una situación cuando dije que era necesario que se mantengan las propinas y las coimas".
Al notar sobre su furcio y confundir coimas con changas, tal como había dicho en televisión un par de días atrás, la diputada de Cambiemos dirigió su mirada al bloque del Frente para la Victoria (FpV) y arremetió contra el titular de la bancada, Agustín Rossi. "Lo miré a usted y me acordé del hermano de Rossi y me vino el lapsus de las coimas", lanzó una de las espadas del oficialismo en Diputados. Como era de esperarse, desde el FpV comenzaron a increparla, pero lejos de llamarse al silencio Carrió subió la apuesta.
"Quiero aclarar que en otros momentos de crisis sociales me llamaban como me están llamando cortoneros (sic) y los cortoneros (sic) trabajan. Las manicuras trabajan. Muchísima gente que corta el pasto, trabaja. Es necesario q las clases medias no supriman ese tipo de gastos. Es una forma de solidaridad en momentos de crisis", justificó la histriónica Carrió sentada junto a Mario Negri (UCR)y Nicolás Massot (PRO).
Sin embargo, en medio de una ola de abucheos, la titular de la CC-ARI perdió la poca paciencia que tenía y volvió a la carga contra quienes le gritaban desde lejos: "¿Saben qué? El progresismo estúpido no sabe lo que son los pobres".