Casi el 25% del total gastado en la canasta de consumo masivo de los argentinos durante el último año correspondió a opciones de alimentos y bebidas light. El dato surge del estudio Concern Monitor Argentina realizado por Kantar Worldpanel y Kantar Consulting. AgenHoy buscó el testimonio de profesionales.

 

 

La investigación, titulada "Nutrición de los argentinos: el mundo del cuidado en la alimentación", arroja que son más las opciones que eliminan los hogares frente a las que incorporan en búsqueda de un cambio en su alimentación.

El 50% declaró eliminar/disminuir el consumo de grasas, azúcar o sodio, pero es mucho menor el porcentaje de hogares que suma algún tipo de producto vinculado a una alimentación más saludable, como: cereales, donde sólo un 27% los declara haber agregado a su dieta o el caso de fibras donde el porcentaje desciende a 20%.

"La nutrición no es un tema que los hogares dejen pasar en su agenda, de hecho se manifiestan sobre el mismo", sostuvo Renata Segovia, Solutions Manager de Kantar Worldpanel. Y agregó: "El 29% de los hogares argentinos tienen un alto nivel de preocupación por la nutrición, grupo que no es menor, ya que equivale a 1,2 millones de familias".

 

AgenHoy dialogó con Silvina Cuartas, médica pediatra, experta en lípidos, quien dijo: "No siempre los productos light son más saludables, a veces tienen una reducción mínima de azúcar o grasa y los rotulan como 'light', lo cual no necesariamente los transforma en saludables", sostuvo la profesional y agregó: "Está permitido poner 'light' cuando se disminuye la concentración de un nutriente", y enfatizó: "pero la concentración final puede no ser saludable".

 

Asimismo, la profesional expresó que "Hay que diferenciar entre dietético, diet y light. Por Resolución 40/04 de la ANMAT no permite uso de la palabra dietético o diet, y aporta la definición de 'light', como 'bajo, leve o reducido' y que su reducción debe ser del 25 por ciento; en azúcar, grasas o sal; lo cual se determina para no generar confusión en la población".

 

Sabrina Capora, nutricionista, también brindó su testimonio en exclusiva a este medio: "Los alimentos que indican en el etiquetado bajos en grasas o light, no significa que no contengan dichos ingredientes; esto está enfocado a la reducción del 25 por ciento de los productos homólogos convencionales, por ejemplo las grasas. Entonces, no es que sean mas saludables o que sean bajos en calorías. Hay que tener precaución, porque probablemente tengan poca pero igualmente concentración de grasa".

 

Extraído de comunidadorganica

Los datos arrojan que con la salud/nutrición ganan cada vez más relevancia en la región y nivel mundial, los países que comienzan a aplicar estrategias de etiquetado, por ejemplo, los sellos en Chile o los semáforos en Ecuador.

 

Ley de etiquetado, Chile

 

"En Chile, la Ley de etiquetado está vigente desde junio de 2016 y consiste en cuatro logos negros, que significan 'alto'; en azúcares, en grasas saturadas, en calorías, o en sodio", explicó Cuartas: "Esto surgió de encuestas en niños, a quienes les dieron distintas opciones de etiquetado, y luego de ver el logo frontal negro de advertencia, aseguraron que era más fácil de comprender el mensaje."

 

En ese sentido, la médica se explayó respecto de la situación chilena al tener esta Ley: "Si el producto tiene alguno de estos logos, no puede ser publicitado en horarios y canales televisivos para niños, no puede venderse en colegios y no puede ir acompañado -en su presentación- por héroes infantiles", y aclaró: "si dicho producto mejora sus componentes y ya no posee los logos negros, entonces podría acceder a alguna de estas posibilidades antes prohibidas".

 

Por cada 100 gramos de producto, se entiende que es: alto en azúcares si tiene  más de 6 gramos de azúcar, alto en calorías si posee más de 275 calorías, alto en grasas saturadas si tiene más de 4 gramos, y alto en sodio si tiene más de 1000 miligramos.

En Argentina, aún sin una ley de etiquetado funcionando, los hogares altamente preocupados por la nutrición, ya miran las etiquetas para consultar los valores nutricionales. Nueve de cada 10 argentinos ya tienen el hábito e incluso manifiesta modificar su consumo al leerlas, según indica este informe.

 

"Es importante que exista esta Ley para que haya un conocimiento nutricional que tiene que tener la población", señaló Cuartas y se refirió a nuestro país: "En Argentina se viene trabajando en una Ley de etiquetado, pero algunos sectores creen que puede no funcionar por la presión de cierta parte de la industria".

 

"Esto es algo que observamos desde el consumo real, donde categorías como gaseosas, snacks y harinas son afectadas. Aquí detectamos la amenaza, ya que si accionan sin una ley, si se avanzara con algún tipo de acción de etiquetado a nivel nacional, el impacto podría ser mayor y como industria deberíamos estar preparados", afirmó Segovia.