*Por Jorge Joury

Cuando faltan menos de cuatro semanas para inscribir las candidaturas, la batalla por la provincia de Buenos Aires empieza a ponerse a punto de hervor. La mayor preocupación de la Casa Rosada, es que en la geografía bonaerense Macri vaya a parar al sótano electoral.

Allí el peronismo aún no presenta divisiones y se potencia, ya que Alternativa Federal aún no tiene candidato. Buenos Aires representa el 37,1% del padrón. El Presidente confía en retener cuatro distritos que gobierna Cambiemos. Son la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes. Pero su mala imagen le juega en contra en el plano bonaerense.

Sobre todo en el conurbano, donde el peronismo suma significativamente en intención de voto a la luz de la crisis. En esa franja es donde Cambiemos recoge mayor malhumor social. Es donde más pega la pobreza, la inflación y la falta de trabajo y los comedores y merenderos se han multiplicado.

El peligro que advierten los asesores presidenciales, es la posibilidad de que haya un gran corte de boleta y se elija a Vidal, descartando a Macri. Casi el 70% de la sociedad está muy enojada con el Gobierno.


La consultora Circuitos, explicita de manera contundente cómo la toxicidad del Presidente carcome las posibilidades de Vidal de reelegir. Sostiene que la gobernadora pierde 10 puntos cuando se la asocia directamente a Macri, con lo que pasa de ganar la elección a perderla contra Axel Kicillof.


Los infructíferos esfuerzos para desdoblar los comicios provinciales de los nacionales tuvieron ese telón de fondo.
Para reelegir, coinciden analistas y encuestadores, Vidal debería recuperar esos 10 puntos a través un fenomenal corte de boleta, de lo que no hay antecedente. Ni siquiera el de 2015, cuando el tijeretazo rondó los 6 puntos y le dio a Vidal la victoria sobre Aníbal Fernández. Cuatro años después y con el desgaste de la crisis sobre sus espaldas, la gobernadora sólo tendría chance de renovar su mandato sumando el insuficiente voto macrista, a desencantados con el Presidente pero que todavía la bancan a ella y a votantes de otras opciones presidenciales.


Desde el ala política del Gobierno se analiza con ojo clínico la movida de la oposición. Sorprendió la oficialización de la fórmula del peronismo, con el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario. “Ninguno de los dos tienen mala imagen ni causas judiciales. Tampoco esta vez está Aníbal Fernández como en 2015”, analizaron en un despacho de Cambiemos.


El analista político y consultor Carlos Germano, director de Germano & Asociados, señaló la valía del binomio Kicillof-Magario. Señaló que “Kicillof es un dirigente que creció sostenidamente, lo cual se advierte hace meses. Y además viene con el bonus track de Verónica Magario que, a pesar de tener un nivel de desconocimiento importante, significa un gran caudal de votos desde La Matanza”. También indicó que la manera de hacer campaña de Kicillof fue lo que le ha sumado adhesiones: “Rompió esquemas, empezó a recorrer el territorio, mano a mano con la sociedad, diferente a cómo se manejan las estructuras tradicionales del peronismo”.


Germano remarcó que “de todos los nombres que se postularon o sobre los que se especuló, el de Kicillof es el que más retiene el voto de Cristina”, en particular, por su metodología proselitista: “Él mismo, con unos amigos y en un auto, sin aparato, comenzó a transitar la Provincia, cara a cara con la gente: esto le dio un plus, ingresa con un nivel de irrupción muy importante”.


En cuanto a Verónica Magario, es la patrona de La Matanza, el distrito electoral más importante de la provincia. A nivel nacional se encuentra en noveno lugar después de Mendoza con el 2,96 por ciento del padrón.En la lista le siguen Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata. El interior bonaerense representa el 14% de los votantes.


Magario ha sido la que más enfrentó a Vidal con sus críticas permanentes. En la franja de poder territorial que ostenta, hay más habitantes que en casi todas las provincias del país.

En población sólo la superan cuatro distritos: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad. Es un histórico bastión peronista que antes de cada elección se convierte en objeto de deseo para cualquier fuerza que aspire a ganar una elección. ¿La razón? Con más de 2 millones de habitantes y casi 1 millón de electores (prácticamente el 3% del padrón nacional), tiene un peso electoral superior al de casi todas las provincias del país.


El oficialismo hoy ensaya todo tipo de alquimias y pone sus energías en mejorar el nivel de aceptación de Macri. De allí las constantes presentaciones junto a Vidal, la figura preferida de las encuestas. La prioridad –cuentan desde Balcarce 50- es la Tercera Sección electoral que representa el 14,5% del electorado y los municipios de Merlo y Moreno de la Primera, ambos en manos del kirchnerismo. Los tres sectores suman 16,6% del padrón. Por eso sacan cuentas sobre a cuánto pueden aspirar lograr en las PASO de agosto. “El panorama es complicado si Macri no mejora”, señalaron fuentes oficiales. En Buenos Aires se gana por un voto y no hay segunda vuelta.


Hay un sector ligado al jefe de Gabinete, Marcos Peña que reconoce que pese a las nueve derrotas en las elecciones provinciales aún queda un plus de ventaja. ¿Cuál sería?. Macri fue uno de los primeros en definirse por la reelección por lo cual lleva la delantera en la campaña electoral mientras aún los opositores juegan al misterio. Ese es el dato positivo que ven en Balcarce 50 a la hora de pensar en repuntar en los sondeos.


Macri apostará a partir de ahora a la campaña nacional en busca de la reelección. Quedará corrido de los comicios provinciales. Hizo dos excepciones cuando apoyó a los candidatos de Santa Fe y Entre Ríos. “Eso no volverá a repetirse”, señalaron desde la Casa Rosada.


Tanto el Presidcente como María Eugenia Vidal, agitan como estrategia el escenario de confrontación. Al inaugurar el Paseo del Bajo, Macri aseguró que ese pavimento "no es relato, es real", mientras que la gobernadora destacó que ahora las obras se terminan "sin mentiras". Del otro lado del río, los peronistas contestan que "con pavimento no se come" y culpan al Gobierno de hambrear a la Argentina.


Al no haber logros económicos que mostrar, Vidal ha decidido lanzar la campaña "Nosotros o La Cámpora" para confrontar con Kicillof. En la Provincia creen que la candidatura del ex ministro es funcional en la estrategia de polarización.

La gobernadora apuesta a centrar su acción en 40 de los 135 municipios que reúnen el 80% del electorado. Se trata de las comunas del conurbano bonaerense y ciudades puntuales con mayor cantidad de habitantes como Mar del Plata, Bahía Blanca, Pergamino y La Plata.


Según las cuentas que se hacen, entre esos 40 municipios, sólo 19 tienen intendentes de Cambiemos. El planteo general que hacen las primeras espadas de la gobernación, es que el deterioro de la situación económica afectó en formal pareja a todos los gobernantes. Sostienen que si bien los pobladores responsabilizan al Gobierno nacional por el empobrecimiento, el intendente también es blanco de la furia electoral local.


Ese diagnóstico los lleva a especular con que, en los partidos donde no gobierna Cambiemos, puede mejorar su desempeño. El caso clave sobre el cual generan expectativas es La Matanza. En el barrio Puerta de Hierro de ese municipio estuvo la gobernadora para celebrar la fecha patria. La carta de Cambiemos en La Matanza es el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien ocupó ese cargo antes en la provincia. En ese distrito, en 2017, Cristina Fernández aventajó por 20 puntos a Esteban Bullrich, aunque el candidato a senador nacional de Cambiemos terminó ganando en la sumatoria de toda la provincia.


Finocchiario es uno de los exponentes de los denominados "sin tierra", los candidatos en los distritos donde Cambiemos no gobierna y con los que apuesta a reducir el margen con los intendentes peronistas para acumular votos hacia María Eugenia Vidal y, si se puede, también para Mauricio Macri.


La segunda parte del plan, es reforzar el apoyo sobre la estructura del radicalismo. Vidal ya deslizó que repetirá la fórmula con el radical Daniel Salvador, quien entregó la primera muestra de lealtad de la UCR provincial en la convención de la semana pasada, cuando salió de allí un rotundo respaldo a la gobernadora y a la pertenencia de esa fuerza en Cambiemos. El diálogo y el consenso con el radicalismo provincial le dio, por lo menos a Vidal, uno de los pocos motivos para sonreír. Ahora, todo está por verse y el Gobierno prende velas para que el dólar no se dispare y la economía repunte.


Por estas horas se sabe que todavía falta que el Gobierno defina su fórmula. Para eso esperaban la convención radical donde parece que la protesta de muchos llevaría a que Macri ofrezca la vicepresidencia y otros cargos importantes a sus socios de Cambiemos, superando así su condición de protección de los líderes del PRO detrás de una fortaleza, como intocables. La gran pregunta que se hace el electorado es : ¿qué proyecto tienen los candidatos que se conocen y los que quieren llegar a serlo?. La salida de la crisis económica, el endeudamiento y el futuro de la Nación, es lo que más agobia, sin distinción de clases.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónicoesjorgejoury@gmail.com. Para consultar su blogs, recurrir al sitio: Jorge Joury De Tapas.