El 17 de marzo de 1992 la Jihad islámica, brazo armado de la organización terrorista Hezbollah, estrelló una camioneta Ford F-100 contra el edificio de la Embajada de Israel en la Argentina, que se ubicaba en Arroyo al 900. De inmediato destruyó la sede diplomática que se había mantenido allí por más de cuatro décadas. El atentado dejó el estremecedor saldo de 29 personas asesinadas y más de 200 heridas, y causó graves daños en una escuela, un hogar de ancianos, una iglesia y demás edificios cercanos.