El Frente de Todos logró obtener dictamen de mayoría para su proyecto de ley de góndolas, que busca ordenar la exhibición de productos en supermercados, hoy dominados por los monopolios alimenticios.
La iniciativa tuvo media sanción en Diputados en noviembre último (por 180 votos contra 1) y el oficialismo trabaja por estas horas para que el tratamiento en la Cámara Alta sea la semana que viene, que tendrá solo tres días hábiles por los feriados de carnaval de lunes y martes.
Si bien el dictamen solo salió con las firmas del peronismo/kirchnerismo, desde Juntos por el Cambio (influenciado claramente por las grandes empresas del sector alimenticio) dijeron que necesitan "más tiempo" para analizar la norma, aunque dejaron trascender que al momento de la votación la apoyarían sin mayores trabas.
El proyecto oficial busca que las grandes cadenas comerciales abran sus góndolas a pequeñas marcas, algunas de ellas de firmas familiares y de la economía popular, pequeñas y micro empresas, además de marcas de organizaciones campesinas, todas hoy fuera del gran circuito de comercialización.
El texto que obtuvo dictamen dispone que una misma marca no podrá superar el 30% del espacio disponible en la góndola que comparte con productos de similares características.
La oferta que se encuentre en los exhibidores deberá involucrar un mínimo de cinco proveedores o grupos empresarios, lo cual limita la posibilidad de que una misma megaempresa saque a la calle distintas marcas para anular al resto.
Se espera que la multiplicación de oferta baje los precios de venta, hoy dispersos y sin mayores referencias más allá del programa Precios Cuidados.
“El espíritu de la ley es muy bueno, pero sabemos que se puede mejorar”, planteó la radical Pamela Verasay, quien pidió posponer el dictamen una semana.
En representación del oficialismo, María de los Ángeles Sacnun recordó que la iniciativa “fue votada ampliamente en Diputados”, por lo que consideró que “la discusión está absolutamente saldada”.