Tras más de 30 días de internación en el Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, Angy se fue de alta. Se contagió coronavirus, permaneció internada en la Unidad de Terapia Intensiva con asistencia respiratoria mecánica, y hoy es una paciente recuperada.

La semana pasada se fue a su casa. Con más de 30 días de internación, “Angy” como le dicen todos es una paciente recuperada de COVID19. "Es la heroína de nuestro hospital", dicen los trabajadores y trabajadoras que saludaron a Angy. Le expresaron su cariño y afecto con aplausos, globos y flores.

Angy, es licenciada en Enfermería y trabaja en El Cruce. Desde hace diez años se desempeña como referente de la Unidad de Cuidados intermedios. Lleva más de 30 años ejerciendo la profesión. Cuando se desató la pandemia de Coronavirus, Angy decidió seguir trabajando a pesar de tener factores de riesgo en su salud.

No quiso tomar licencia, su compromiso y amor al prójimo la llevó a continuar desarrollando su labor en el hospital. Así lo contó su hija Ángela que también es enfermera y que no dejó ni un momento sola a su madre durante la internación.

La paciente ingresó el 23 de junio a través del Triage del Hospital El Cruce con diagnóstico de COVID positivo. Debido a las complicaciones que comenzó a presentar desde el punto de vista respiratorio el 6 de julio pasó a la Unidad de Terapia Intensiva. Ahí se decidió aplicarle tratamiento de plasma, siendo la primera en recibirlo en El Cruce. Aunque no fue el único tratamiento que se le aplicó.

La gravedad de su cuadro de salud requirió que sea asistida por respirador. En ese momento permaneció sedada con analgésicos y “pronada”, es decir boca abajo. Hasta que empezó a presentar leves mejorías y finalmente el 20 de julio pasó a intermedia con buena evolución y diagnóstico de COVID19 negativo.

La historia de Angy es un emblema para todos los trabajadores y trabajadoras del hospital. Todo el equipo de salud trabajó en forma mancomunada. “Angy es una campeona, la peleó día a día. No bajó los brazos nunca”, sostuvo Erika, una de las enfermeras que la asistió. Además hicieron una cadena de oración para apoyarla espiritualmente. “Volví a vivir”, repite una y otra vez Angy. “Estoy muy agradecida a todo el equipo de El Cruce por todos los cuidados que me dieron, me salvaron la vida”, sostuvo muy emocionada.

El martes Angy se fue de alta a su hogar después de pelearla como una campeona. “Su lucha y su mejoría fue el aliento para todo el equipo de salud” expresaba uno de los carteles que armaron las enfermeras. Angy se reencontró con su esposo Jorge con quien está casada hace 40 años y con sus hijas Daiana y Angela.