La crisis sigue sorprendiendo a diario con nuevas facetas. Por ejemplo ahora, tasas altas y una economía que no arranca llevaron a más empresas y familias a no poder pagar sus deudas en mayo.

La morosidad de los préstamos a las compañías trepó 3,1 puntos porcentuales en comparación con igual mes de 2018, a 4,2%, mientras que la mora de los préstamos destinados a los hogares llegó al 4,9%, lo que significó un incremento interanual de 1,5 punto porcentual.

Los datos surgen del Informe sobre Bancos de mayo, difundido ayer por el Central, que además revelan que los créditos otorgados al sector privado en situación irregular pasaron a representar en mayo el 4,5% de la cartera total de préstamos bancarios, 3 puntos porcentuales por encima del registro de abril y 2,3 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año pasado.

La irregularidad creció con más fuerza en los bancos públicos, donde el incremento mensual de los préstamos que no son pagados a término fue de medio punto porcentual (en el caso de las entidades financieras privadas el aumento fue de apenas 0,1 punto).

Luego de la fuerte polémica que se desató en torno a la decisión del Gobierno de subsidiar a aquellos deudores de créditos hipotecarios UVA por fuera del Procrear- que hayan experimentado un incremento en la cuota de sus créditos que supere en un 10% o más la evolución del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), el BCRA destacó en su informe que el coeficiente de irregularidad de este tipo de préstamos destinados a las familias repitió en mayo el mismo registro que en abril, 0,3%, mientras que el de las restantes líneas hipotecarias se incrementó levemente hasta situarse en 0,7%.

El Central detalló que a mayo de 2019, de un total de 101.635 créditos hipotecarios UVA otorgados en el sistema financiero, sólo 479 se encontraban en situación irregular.

Las altas tasas de interés,impulsadas por la política monetaria fuertemente contractiva del BCRA; la crisis económica; y las mayores restricciones que están imponiendo los bancos para cubrirse de la morosidad se combinaron en mayo para generar una caída mensual real en el saldo de crédito en pesos otorgados al sector privado de 2,5%; la comparación interanual muestra un panorama aún más sombrío, de una baja de 31,7 %.