En el barrio de Villa Florida cunde la angustia. Ansabo, fundada hace 60 años, anunció el cierre definitivo.

La empresa les adeuda dos quincenas, aguinaldo, retroactivo de paritarias y ahora indemnización y aún no sabe como los va a pagar.

La papelera fue creada por Julio Angeletti hace 60 años y ahora la conducían sus hijos Susana y Ricardo. Los mismos que el lunes le comunicaron a los trabajadores que iban a tener que cerrar.

Antes les dieron una semana de vacaciones forzadas, a su regreso les obligaron a tomarse otra semana, hasta que anunciaron el cierre.

Omar Valle no tiene consuelo. Hace 33 años que trabajaba en la planta y ahora no sabe como seguir: "Queremos que alguien nos ayude, nos de una mano. Tengo cuatro hijos, no sé que voy a hacer. Debo la luz, el gas, no somos pobres, ahora somos indigentes, no tengo ni para llevar un plato de comida a mi mesa. Necesitamos cobrar y poder armar una cooperativa".

En la planta de Quilmes todo iba bien hasta hace cuatro años. Johnatan Bonomi, uno de sus trabajadores contó: "Hasta el 2015 trabajábamos en cuatro turnos, luego pasamos a tres".

Todo comenzó a empeorar hasta este año que tuvimos que tomarnos vacaciones forzadas. Nos llegaron a pagar una quincena en seis cuotas. Los dueños no invertían en nada, ni en un tornillo. Las máquinas funcionaban porque le poníamos el lomo con mis compañeros".

Desde el lunes cuando recibieron la noticia del cierre, se apostaron en la puerta de la planta para reclamar una solución y el pago adeudado.

Queremos el apoyo de la Federación del Papel, necesitamos que nos asesoren. Por ahora no estamos tomando la fábrica, queremos que nos paguen y seguir trabajando", contó Bonomi.

La fábrica no pagó ni aportes jubilatorios, ni obra social, ni aporte sindical. Los primeros telegramas que comenzaron a llegar explican: "la empresa ha colapsado en forma irreversible, económica y financieramente. Cesa su actividad y dispone el cese definitivo".

En la planta quilmeña, Ansabo hacía bobinas de papel, pero hace un tiempo que comenzó a faltar la materia prima, fardo y cartón reciclado. No es por falta de clientes, aclaran los trabajadores. "Pedimos que se acerque el intendente Martiniano Molina o la gobernadora, estamos desamparados.

Sólo nos ayudan los vecinos que nos acercan yerba, azúcar o los trabajadores de otros gremios", explican Omar y Johnatan.
Lo peor es que la empresa no les da mucha esperanza.

"A medida que podamos empezar a vender las máquinas les iremos depositando los sueldos adeudados. No sabemos como les pagaremos las indemnizaciones", les dijeron los hermanos Angeletti a sus empleados.

El plantel de 40 trabajadores tiene gente con 35 años de historia en la empresa, hombres de hasta 62 años. Todos necesitan por lo menos, la indemnización, para poder cancelar deudas y comprar comida. La dueña les dijo que estuvo tratando de conseguir un inversor, pero no tuvo novedades.

La planta está ubicada en avenida San Martín 1257, pegada al cruce del arroyo Las Piedras, en la localidad de Villa Florida. Su razón social cambió en el 2001, pero pese a que en ese momento atravesaron una situación muy difícil pudieron salir adelante. Esta vez fue distinto: los dueños aseguran que no encuentran una salida.

La caída en las ventas, la falta de materia primas, hacen imposible que Ansabo siga adelante. Los propietarios saben que ni pueden salir a buscar un crédito con las altas tasas disponibles. Los trabajadores esperan un milagro.