Hasta hace poco más de un mes era descabellado pensar en un crack mundial del petróleo.

Pero esto se ha hecho una realidad en las últimas horas, por el parate mundial a raíz de la pandemia por el coronavirus: el barril cayó a un dólar y en nuestro país las destilerías ya no saben donde guardar las naftas por que el consumo en las estaciones de servicio ha caído en un 70%.

El vencimiento de contratos futuros y la falta de espacio de almacenamiento llevan el precio del barril WTI a su menor valor en la historia, lo cual podría llevar a la quiebra a 40 petroleras, las más poderosas del mundo.

Este lunes, los futuros del WTI -el barril de referencia para los Estados Unidos- se desploman un 90% para llegar a los 1 dólar por barril, el menor valor desde que comenzó su serie histórica en 1983.

En tanto, el Brent -que funciona como una referencia para el resto del mercado mundial por su mayor facilidad de acceso a las conexiones de transporte internacionales- tenía una baja mucho más acotada del 7% para cotizar en 26 dólares.Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), abril terminará con un derrumbe de 29 millones de barriles diarios.

En la mirada de los especialistas, el problema es que el recorte acordado por la OPEP es de solamente 10 millones de barriles para mayo y junio y con suerte podría ampliarse a unos 15 millones por la caída de la producción por efecto de mercado de aquellos países que no formaron parte del pacto entre potencias petroleras.

Sin embargo, la notable diferencia entre ambos mercados que suelen tener movimientos en espejo radica en la característica de los contratos futuros de Chicago, que funcionan con delivery físico opcional.

"Este martes vencen los contratos de abril y no hay posibilidad de delivery porque no hay espacio de almacenamiento. Entonces el tipo que tiene un contrato se lo quiere sacar de encima a cualquier precio. Ya a partir del martes se abren los contratos de mayo que tienen otra perspectiva porque ahí empieza a regir el recorte de la OPEP. Por lo tanto, el precio va a tender a estabilizarse", explicó el analista de mercados Francisco Uriburu. "De hecho, los precios futuros a junio están en 22 dólares.

Ese fenómeno se llama super contango, es un spread entre dos meses que no se había visto nunca", agregó el especialista.

La situación puede llegar al colmo que este limitante en la capacidad de almacenamiento, incluso podría podría ocasionar que los productores estadounidenses tengan que pagar a los clientes para que se lleven el petróleo.Esta situación podría llevar a la bancarrota a las más de 40 petroleras.