El gobierno quiere inyectar dinero en los bolsillos de los trabajadores y para ello el incremento salarial obligatorio por decreto bajo suma remunerativa es la carta que se apresta a jugar el.

Fue el propio ministro de Trabajo Claudio Moroni que puso sobre el tapete mucho de lo que había anticipado en las reuniones previas a su asunción con dirigentes sindicales respecto a los primeros trazos de gestión.

El condicionante, no político sino económico, es que dicha mejora no sea trasladada a precios, uno de los ejes que también se habían vislumbrado en los diálogos con sectores empresarios, movimientos sociales, sindicatos y la Iglesia bajo la etiqueta de un "nuevo contrato social".

Una palabra resume la proximidad del decreto "inminente" según estiman desde la Casa Rosada. El "paso a paso" establecía la antesala de la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, pasa por las suma remunerativa "no bono", remarcan y también el relanzamiento de los Precios Cuidados.

Moroni confirmó una suba salarial a cuenta de futuros aumentos de paritarias. "Queremos que los sectores que perdieron poder adquisitivo recuperen lo más que puedan. Esto es un piso de la negociación salarial, queda incorporado al salario. No es un bono y será remunerativo", manifestó. Horas después de esas declaraciones desde la cartera laboral señalaron que "no hubo novedades" tras esos dichos.

El antecedente formal a lo que vendrá, en cuanto a comunicación a organizaciones sindicales, tuvo lugar el del jueves cuando además del ministro de Trabajo, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y otros funcionarios se confirmó la decisión pero no el "número" del incremento a privados. Hay versiones que indican que el decreto para el sector privado saldría mañana, y sería de un aumento entre $5.000 y $8.000.

El 4 de noviembre BAE Negocios había anticipado que las "sumas fijas" intentarían dinamizar el consumo como también relegar la discusión paritaria al menos por unos meses, ocasión en la que economistas coincidieron en afirmar que por un lado "la medicina es correcta, pero no aplicable en el mediano plazo".

Moroni explicó también que esa mejora busca sentar bases para las futuras negociaciones de paritarias, las cuales se gestarán en los próximos meses, luego de un año con una inflación superior al 55%. Además, subrayó que irá acompañado por una negociación con los empresarios para evitar su traslado a precios. "La política de precios y salarios tiene que ser convergente. Si los aumentos nominales se van a precios, no servirá de nada", remarcó.

En su decisión siempre incidente en convenios de sueldos, Hugo y Pablo Moyano marcaron el 35% como la pretensión de los Camioneros para renovar paritarias, en el tramo de enero a junio 2020. "Vimos el mapa salarial luego de las últimas paritarias y en algunos sectores los sueldos básicos han quedado muy atrasados. Otros más o menos pudieron mantener la inflación y otros quedaron fuera del piso", explicó Moroni.