El precio podría ascender hasta un 30% por la suba de la harina. Mientras, los molinos suspendieron la entrega de la materia prima hasta que se estabilice la economía, según denunciaron desde la Federación Industrial Panaderil bonaerense.

"Está suspendida la venta de harina hasta que se estabilice aunque sea parcialmente la economía. El sistema comercial del país está muy convulsionado. El mercado de harina dejó de vender el viernes de la semana pasada", alertó el presidente de la Federación, Emilio Majori.

Debido a que el precio del trigo es un producto de exportación, la harina se rige en función del dólar a pesar de venderse en pesos, por lo que la volatilidad de la divisa estadounidense durante la semana previa a las elecciones presidenciales (cuando subió de $60 a $65) generó un fuerte impacto en la industria.

Según Majori, los molinos "no tienen precio" y están distribuyendo "un poco de harina", pero a un valor de $1.300 por bolsa de 50 kilos. Hasta antes de las elecciones,  la misma estaba a $1.000, y el kilo de pan valía alrededor de $120, por lo que, con el nuevo aumento, pasará a costar entre $140 y $145 promedio en las panaderías.

Integrantes de la Federación Argentina de la Industria del Pan (Faipa) coincidieron en que el aumento de la harina que hubo luego de los comicios ronda el 15%, y se trasladará al consumidor. Según advirtieron, la bolsa de harina pasó a costar esta semana "de casos de $1.100, a $1.230 y hasta $1.300".

Sin embargo, en contraste con lo denunciado por la Federación Industrial Panaderil, la Faipa aseguró que, si bien hubo un freno en la entrega de harina, ahora ya se normalizó. "Hay que dejar en claro que la provisión ahora es correcta, pero es mentira que nunca hubo problemas en los últimos días con la entrega de harina", aseguró Jorge Vitantonio, integrante de la entidad, luego de que varios molinos intentaran explicar que no hubo faltantes. De hecho, varias empresas habían avisado que no harían entregas hasta este lunes por la incertidumbre cambiaria.