Funcionarios municipales y un grupo de padres en representación de la comunidad que nuclea el Club Juniors analizan la situación jurídica de la institución e intercambian propuestas sobre el proyecto para reubicar la entidad en el mismo predio.

La comuna ratifica su intención de garantizar el funcionamiento del establecimiento ubicado en la intersección de la Avenida Novak con la calle Los Charrúas: un lugar histórico para Kilómetro 26,700 que reúne a ciudadanos de barrios cercanos como Chacabuco, San Nicolás y San Jorge.

El titular de la cartera legal y técnica municipal -Daniel Dono Leidi- explica la investigación judicial que detecta el incumplimiento de las condiciones estipuladas para la cesión de los terrenos en el año 2016, motivo por el cual la comuna inicia la recuperación de las tierras.

Posteriormente, el secretario de Gobierno -Christian Rodríguez- detalla la proyección de la futura obra: reorganizar las instalaciones 30 metros hacia el oeste y mantener la estructura existente: cancha central, salón de usos múltiples, sanitarios, cerco perimetral, arboleda más vestuarios tanto para los equipos locales como visitantes.

Los vecinos y vecinas describen la situación institucional, requieren asesoramiento en cuestiones inherentes a trámites específicos y presentan alternativas a tener en cuenta tanto para la proyección de la futura infraestructura como el reordenamiento de las zonas en la misma propiedad.

“Despejamos dudas. En un principio, entendimos que podía perjudicar al club pero nos dan la tranquilidad explicándonos que se trata solo de correr la edificación existente y las prestaciones correspondientes incluso con mayores beneficios para los chicos”, revela Lucas, papá de un niño que defiende los colores de Juniors.

Nicolás tiene su hogar frente a la cancha. Remarca su pasado como jugador y director técnico. “Estamos contentos tras aclarar el panorama, siempre en búsqueda de mejores condiciones para los chicos. Iniciaremos una nueva etapa, donde incrementaremos nuestro sentido de pertenencia”, subraya.

“Detallamos las cuestiones técnicas inherentes al ámbito legal. Logramos un entendimiento. El encuentro arroja resultados positivos porque los papás y las mamás tienen la certeza de que la entidad funcionará con normalidad. Solo se trata de una reubicación con una obra de renovación superadora”, afirma Rodríguez.

Evalúan una próxima reunión entre autoridades del Ejecutivo, la comisión directiva y los padres para formalizar el proyecto con el entendimiento de todos los actores involucrados e impedir la circulación de trascendidos erróneos. “Estarán en condiciones de competir cuando reanuden los campeonatos infantiles tras la pandemia”, remarca.