Los datos que llegan desde el mundo del trabajo son realmente preocupantes.

Desde el 20 de marzo, en el inicio de la cuarentena y hasta fines de ese mes, se perdieron 30 mil empleos registrados. Es la simple deducción que surge del informe que dio a conocer el ministerio de Trabajo de la Nación para el primer tramo del aislamiento social obligatorio por el coronavirus.

La multiplicación de que por cada empleo registrado hay de 3 a 5 en negro que también se detonan, como que también resta contabilizar abril y las jornadas del corriente permiten vislumbrar  que lo peor en materia de trabajo "todavía no pasó".

Dato vinculante es que la cartera laboral habilitó el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) con "una modalidad virtual para sus procedimientos" en el contexto de la emergencia sanitaria bajo el Covid-19" (ver nota aparte).

Con respecto a marzo, Trabajo reseñó desde la información de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) un escenario desfavorable y el futuro de incertidumbre a pleno, "el nivel de empleo registrado del sector privado tuvo una caída de 0,5% en relación al mes anterior. Esta es la mayor contracción mensual de los meses de marzo desde el año 2002. En marzo de 2009, con la crisis internacional como escenario se registró una caída similar, apenas menor a la actual".

"La caída del empleo formal no se debe al incremento de las desvinculaciones ni al crecimiento de los despidos, sino a la contracción de las incorporaciones de personal. En efecto, la tasa de tasa de entrada registró el nivel más bajo de los meses de marzo de los últimos 18 años (1,4), y fue la primera vez, desde entonces, que el nivel de incorporaciones de marzo resulta inferior al de febrero", destacó el informe oficial.