El titular de la Organización Internacional del Trabajo ( OIT) para la Argentina, el brasileño Pedro Furtado, consideró que el escenario laboral es gravísimo y no hay todavía certidumbre al impacto final de la pandemia a nivel global.

En cuanto a la percepción de pérdida de puestos de trabajo consideró que "se está viendo, más allá de algunos países tienen diferentes estructuras económicas, que es esta es la peor crisis después de la segunda guerra mundial" y acotó que para las cifras "se perderán siete Argentinas en cuanto a puestos de trabajo", expresando esas palabras para graficar, sobre los números de la población del país, la corrosión de labor mundial.

En números ese cálculo obliga a considerar que serán 208 millones de trabajadores los que habrán resignado su fuente laboral el día después del Covid-19.

Furtado admitió que los cálculos iniciales de la OIT para nuestro país en cuanto a la pérdida de 340.000 puestos de trabajo ya fue superada a esta altura de la pandemia. Furtado consideró fundamental proteger y garantizar la salud, seguridad y la estabilidad económica sobre todo de las mujeres trabajadoras en el país, uno de los segmentos bajo mayor riesgo en las actuales circunstancias. Y como parte de los esfuerzos imprescindibles "no solo para combatir el virus, sino también para lograr un futuro del trabajo en equidad de género".

El titular de la OIT en Argentina también consideró necesario que bajo el análisis de la pandemia global del coronavirus y su impacto sanitario, económico y social, ratifica más que nunca la "necesidad de fortalecer el diálogo social tripartito para desarrollar políticas públicas específicas para el sector de los cuidados".

Esa dinámica, evaluó, se expresa por estas horas entre los diferentes sectores de la vida política, económica y social de la Argentina.