LA PLATA.- (De la corresponsalìa de AGENHOY).- Hay nubes de tormenta en la gestión de Martiniano Molina al frente del municipio de Quilmes. Por estos días se agitaron las aguas por recambios de gabinete y fuertes rumores de conflicto, negados desde el seno propio de sus funcionarios.
Las versiones surgieron de la salida de su secretario de Seguridad Federico Peña, quien dejó su cargo para irse a trabajar al ministerio que conduce Cristian Ritondo a nivel provincial, pero, además, el seguido traspaso de área del hermano del intendente, Tomás Molina, que de la secretaría de Hacienda desembarcó ahora en la secretaría general de la Comuna.
Y, en ese llamativo recambio de funcionarios, cundió fuerte el rumor de la posible renuncia del radical Fernando Pérez a la Secretaría de Gobierno, quien también se desempeña como diputado provincial.
Ayer esto fue desmentido por el propio Pérez, quien descartó de plano cualquier veracidad de esas especies.
El legislador provincial y funcionario municipal afirmó que “en ningún momento tuve previsto renunciar a mi cargo en la Comuna, que es ad honorem desde mi designación, porque me también me desempeño como diputado”, dijo y señaló que entre el intendente Molina y él “hay una vínculo personal de mucho afecto”, además de una relación política.
Pérez defendió también la designación de Tomás Molina en la Secretaría General. “Es más que el hermano del Intendente, se trata de un militante de trayectoria, conocedor de lo que hace y que merece ese lugar. La familia Molina es una familia política”, argumentó.
Los rumores de crisis se habían instalado la semana pasada al conocerse la salida del secretario de Seguridad, Federico Peña, y los movimientos posteriores de otros funcionarios que hablaban de cierta ruptura en el gobierno de Cambiemos de ese distrito. Por ahora, todo es armonía”, subrayan en el ámbito quilmeño.