Además, según el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) “en el GBA, de 59 productos relevados, 34 crecieron por encima de la inflación promedio”.
En detalle, tal como indica el estudio realizado por académicos de la UNDAV, los incrementos más destacados fueron en el queso sardo (+90,3%), manteca (+87,8%), yogur firme (+87,7%), dulce de leche (+75,2%), yerba (+63,4%), y pollo (+60,2%).
“En el GBA, de 59 productos relevados, 34 crecieron por encima de la inflación promedio, es decir, más de la mitad de los productos de la canasta básica”, sostiene el documento universitario.
El informe advierte que un jubilado que cobra la mínima debe destinar el 87% de su ingreso para adquirir los productos de la canasta básica.
Para los salarios mínimos, la canasta representa el 72% del ingreso, lo que supone un aumento de 3,8 puntos porcentuales en sólo un año, cuando para la jubilación mínima este incremento fue de 2,5 puntos.
La inflación provoca una “caída del salario real del 3,9% para los trabajadores del sector público; 5,5% para el sector privado registrado; 11,6% para los del privado informal y del 18% para los que cobran el Salario Mínimo Vital y Móvil”, completa el informe.
En torno a datos del INDEC, el documento de la UNDAV expresa que los bienes y servicios vinculados a la salud aumentaron un 70,5% en un año y crecieron 20 puntos por encima de la inflación.
Y agrega que entre diciembre de 2017 y octubre de 2019, la salud aumentó un 130,3% y fue el rubro más inflacionario después de equipamiento y mantenimiento del hogar (+131,8%).