Alimentación variada, ejercicio e hidratación hábitos fundamentales para llevar una vida saludable.

En el marco de la contingencia actual, el Municipio, a través del área de Medicina Complementaria, dependiente de la secretaría de Salud, brindó a la población recomendaciones acerca de la importancia de mantener una alimentación saludable y variada, destinada a prevenir y/o regular la hipertensión.

La hipertensión es una enfermedad que afecta de mayor manera a la población adulta y se puede regular y/o controlar. Existen dos medidas: la presión arterial sistólica (PAS) o máxima y la presión arterial diastólica (PAD) o mínima.

Se considera hipertensión, según el Ministerio de Salud de la Nación, cuando dicha medición presenta valores iguales o superiores a 140mm de Hg (mercurio) de presión sistólica y 90 mm de Hg de presión diastólica. “Dicho término se utiliza para describir que la presión ejercida de la sangre sobre las arterias está alta, es decir iguales o por encima de los valores expresados con anterioridad”, explicó Carla Mora, especialista en nutrición, perteneciente a Medicina Complementaria.

La importancia de los alimentos frescos 

En este sentido, de manera preventiva para evitar a llegar a tener síntomas de hipertensión arterial o prolongar su aparición de igual manera para las personas que ya padecen dicha patología, lo que la especialista en nutrición sugiere es “Consumir mayor cantidad de estos alimentos frescos bajos en sodio, como lo son: todas las frutas y verduras; las carnes (todo tipo) y los pescados blancos; leche; yogurt; legumbres secas (que deben hidratarse); frutos secos siempre y cuando sean naturales y sin agregado de sal; huevos; mermeladas y jaleas; pastas; arroz; harina de trigo; pan sin sal; azúcar; la margarina y la manteca siempre que sean reducidas en sodio”, detalló Mora. 

Asimismo, sobre las porciones diarias fundamentales para la dieta equilibrada la especialista agregó: “Es recomendable consumir en el plato una porción de carne roja, pollo o pescado; una parte de cereales que pueden ser arroz o fideos; y dos veces una fuente de vegetales: una cruda y otra cocida. A esto se suma que no puede faltar la ingesta de frutas. También, tanto en el desayuno como en la merienda es aconsejable consumir cualquier infusión con pan o galletitas con bajo contenido en sodio acompañadas de mermeladas. Y a la hora de hidratarse siempre es preferible ingerir agua baja en sodio y evitar los jugos de sobre y aguas saborizadas”, remarcó la entrevistada.

Productos que se recomienda evitar y retirar de la alacena

En el otro lado de la balanza, es conveniente según Carla Mora ir descartando “Todo lo que se sea industrializado y enlatado, ya que el sodio se usa como conservante por eso todos los productos que estén ultra procesados como por ejemplo la comida rápida y los snaks”, aclaró.

Además, agregó una observación para tener en cuenta a la hora de ir de compras al supermercado y a los negocios de cercanía: “Es importante destacar la diferencia entre sal y sodio. La primera se utiliza como nombre común para el cloruro de sodio (40 % de sodio y 60 % de cloruro), conocida como sal de mesa. Y cuando se lee el rótulo de los alimentos y dice `contenido de sodio` quiere decir solamente el de sodio, no está incluida la sal, por lo tanto se recomienda consumir los que tengan menor cantidad de sodio”. 

Los alimentos que Mora sugiere evitar, por su alto contenido en sodio son: sal de mesa; mariscos; los enlatados; los ahumados; los fiambres; los embutidos; los encurtidos (aceitunas y picles); las salsas ya preparadas; los aderezos; los caldos comerciales; los quesos de pasta dura; pan; galletitas; y bebidas deportivas porque vienen adicionadas con sales.