A pesar de que el 63% de las personas que egresan de una universidad pública o privada en la Argentina son mujeres, solo el 27% de los cargos directivos en las pequeñas y medianas empresas están ocupados por ellas.

Así lo señalaron cinco directoras de empresas que operan en el país al expresar su preocupación por cómo las mujeres siguen relegadas respecto del hombre en los espacios de trabajo, en el segundo ciclo de charlas del Foro Económico de la Mujer en el país (WEF Argentina).

La directora general del WEF Argentina, Lina Anllo, conversó con Julia Strada (directora del Grupo Banco Provincia); Silvia Tenazinha (gerente de Banca Comercial en Santander); Karen Vizental (vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Unilever Latinoamérica); Eugenia Patiño (directora de Relaciones Humanas en Naranja) y Agustina Catone (directora de Negocio Responsable y Ética Corporativa en Telefónica).

Allí se dialogó acerca de los liderazgos femeninos y los desafíos que encuentran las mujeres en su camino hacia esos espacios.

Strada dijo que el 72% de los cargos directivos están ocupados por hombres en la gestión pública y Vizental aportó que, de las compañías que cotizan en Bolsa, hoy sólo el 11% tiene mujeres en sus directorios.

Según señaló Tenazinha, el 63% de las personas que egresan de las universidades públicas o privadas de la Argentina son mujeres, pero solamente el 27% llegan actualmente a, por ejemplo, ocupar espacios directivos en pequeñas y medianas empresas.

Catone afirmó que las mujeres que están en posiciones de liderazgo tienen "la gran tarea de seguir abriendo estos espacios a otras".

Cuando expusieron sobre los obstáculos que las mujeres enfrentan para llegar a posiciones de liderazgo, definieron que existen los internos y externos.

Por un lado, comentaron la necesidad de "romper con las barreras que las mujeres se ponen a sí mismas por creer que hay lugares a los que nunca podrán llegar".

Y por otro lado, mencionaron la necesidad de que se implementen políticas públicas que "breguen por la clausura de las brechas de género para que tales barreras internas puedan romperse".

Strada refirió que "las políticas de acceso permiten llegar a lugares que de otra manera las mujeres no podrían, más allá del esfuerzo".