Con un clima que no pudo ser mejor en la mayoría de las provincias, el fin de semana largo fue muy tranquilo marcado por muchas familias que se decidieron sobre la hora a viajar. El gasto promedio diario rondó los $ 720 por turista.

Más de 800 mil personas recorrieron la Argentina y realizaron un gasto directo de $ 1.440 millones en los centros que forman parte del circuito turístico nacional, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“El fin de semana fue muy tranquilo pero sorprendió con las familias más predispuestas a gastar que en otros feriados”, dijo Fabián Tarrío, el nuevo presidente de la CAME, tras recoger los testimonios de los empresarios del sector.
Las fiestas populares y los eventos generaron gran concurrencia de turistas regionales, pero lo más destacado fueron los miles de excursionistas que circularon de ciudad en ciudad el fin de semana.
"Los empresarios del sector no esperaban muy buena adhesión, un poco por la cercanía de Semana Santa y otro porque cayó sobre fin de mes. Pero muchas ciudades y provincias del país activaron fiestas y eventos de dimensión nacional para atraer turismo deportivo, gastronómico, cultural y de negocios, entre otras modalidades y eso ayudó", consideraron desde la CAME.
Si no fuera por los viajes de argentinos hacia destinos como Chile, Paraguay, Miami, Uruguay o Brasil, el fin de semana hubiera sido más animado.
Los resultados de ventas fueron moderados, "el año pasado no hubo fin de semana durante el primero de mayo como para comparar, pero de a poco se comienza a ver más movimiento en el mercado de consumo”, dijo optimista el presidente de CAME, que en función de cómo viene la demanda espera que en este mes se active la venta minorista.
La estadía media este año fue de 2,5 jornadas y el gasto promedio diario rondó los $ 720 por turista, incluyendo gastronomía y transporte. De todos modos, hay mucha variabilidad en el consumo.
En las provincias más alejadas de Buenos Aires el desembolso suele ser superior a los $ 1200 para quienes arriban desde la capital o de distancias lejanas. Mientras que, quienes llegan desde trayectos más cortos, tienen costos mucho más bajos ya que la incidencia del transporte es muy elevada.
El del 1° de Mayo no suele ser el feriado de más magnitud, pero no desentonó. El movimiento de gente fue bastante intenso en algunas ciudades y muchas provincias lograron atraer turistas promocionando sus fiestas y organizando actividades especiales.
El tránsito por las rutas argentinas comenzó el viernes por la tarde, con algunas vías del país muy cargadas, y se mantuvo los días posteriores.
En general los turistas se manejaron más con reservas propias que con la compra de paquetes armados, lo que redujo la actividad de los operadores turísticos. Eso sucedió en buena medida porque hubo muchos viajes que se decidieron sobre hora, en función del buen tiempo.