El Gobierno confía en que logrará unas fiestas en paz, después de potenciar en Diputados la ley de Emergencia Social y el acuerdo que firmó la ministra Carolina Stanley con las organizaciones barriales. No obstante, existe en paralelo guardado bajo siete llaves, un plan de contingencia que prevé el refuerzo de efectivos de seguridad en las zonas más calientes del conurbano y la intervención rápida ante eventuales apagones prolongados. En el radar del Gobierno también están focalizados el Gran Rosario y sectores de Tucumán, principalmente donde pueda aparecer el factor narco.

La Policía Federal suspendió la totalidad de las licencias anuales de los oficiales superiores y jefes hasta nueva orden. Aunque no se han detectado hipótesis serias de conflicto, tanto los equipos de Patricia Bullrich como de Cristian Ritondo, se mantienen alertas y diseñan acciones preventivas. En La Plata, están en guardia ante un posible coletazo de los más de dos mil hombres que fueron apartados de la policía bonaerense. El futuro ministro de Gobierno de María Eugenia Vidal, Joaquín de la Torre, hizo un análisis de la situación con intendentes del PJ. Los mayores temores están centrados en Moreno, donde la situación social es compleja. También se pusieron los ojos en Merlo y La Matanza y se ordenó reforzar la vigilancia en unos 200 supermercados. Se sugirió a las cadenas que no entreguen alimentos para evitar el efecto contagio. Además, hay seguimiento sobre las redes sociales, donde se detectaron cuentas en Facebook y Twiter que convocaban a los saqueos.