Los más de 200 trabajadores de Kimberly Clark que continúan tomando la planta de Bernal desde hace dos semanas, tienen sus horas laborales contadas. La firma confirmó su cierre para "adaptarse a los cambios globales y reenfocar su estrategia". El diálogo tripartito entre funcionarios, abogados de la empresa y dirigentes sindicales, no llegará a buen puerto porque la multinacional ya fijó su postura.
Como parte de su programa de reestructuración global de tres años anunciado en 2018, Kimberly-Clark informó el cierre de su planta de papel en Bernal". La empresa aseguró por escrito que "cumplirá con la totalidad de las indemnizaciones y beneficios que contempla la normativa laboral vigente en Argentina".
El caso de Bernal tuvo su inicio el jueves 26 de septiembre, cuando los 209 empleados fueron informados de la suspensión en sus actividades. Desde ese entonces acampan frente a la planta. La "resistencia" sindical estuvo a cargo de los delegados ya que el sindicato del Papel y Cartón no traccionó la reacción con el ímpetu esperable.
Tras negociaciones, el Ministerio de Producción y Trabajo inició el procedimiento preventivo de crisis el lunes. El martes será la cuarta audiencia. El objetivo de los trabajadores es presentar una propuesta alternativa que permita mantener los puestos de trabajo y recuperar la capacidad de producción de la papelera. Kimberly Clark confirmó que "abonó el total de los sueldos del mes de septiembre", y marcando el campo en letra chica aclaró: "Los trabajadores no podrán ejercer la huelga y otras medidas de acción sindical, en el marco de la normativa aplicable". Ayer, decenas de empleados movilizaron al centro de Quilmes. Hoy se reunirán con distintos diputados y mañana, desde las primeras horas del día, cortarán el Puente Pueyrredón. Aunque parece que el final ya está escrito.