El ex candidato de Juntos por el Cambio puso en tela de juicio la existencia del hambre en el país a pesar de que el 63 por ciento de los niños tienen problemas de alimentación en la provincia de Buenos Aires.

“Los curas han exagerado y puesto el hambre famélico como bandera, y después quieren hacer una misa para superar la grieta cuando ellos fueron parte de la grieta”, disparó el ex senador justicialista.

El dirigente criticó tanto a la Iglesia católica como al Plan Argentina Contra el Hambre, que según su criterio se trata de una política de “andar repartiendo vales y valecitos por todos lados”. “Con la episcopal, con el hambre y el probrismo, se crea un esquema tremendo que manda a la derrota a la Argentina”, sentenció.

Además, con el mismo tono minimizó la política de la tarjeta alimentaria que impulsa el gobierno de Alberto Fernández para garantizar el acceso a la alimentación de los sectores más vulnerables: “No creo que un vale de comida pueda generar una reactivación económica”, dijo e insistió que “los curas quieren hacer una misa para superar la grieta cuando ellos fueron parte de la grieta”.