Los trastornos psicológicos que causan desordenes en los patrones de alimentación, son cada vez más visibilizados por la sociedad.

Durante muchos años, enfermedades como la bulimia o la anorexia fueron ocultadas y hasta estigmatizadas por muchas personas. Sin embargo, el arduo trabajo de expertos y organizaciones especializadas está comenzando a dar sus frutos con medidas como la anunciada recientemente por el Ministerio de Salud.

Según lo establecido por Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación, a partir de ahora, cada prepaga y obra social deberá cubrir tratamientos específicos relacionados con la obesidad y otros trastornos alimentarios. Esta medida, se da en el marco de una actualización y ampliación en las prestaciones básicas del Programa Medico Obligatorio (PMO).

Una medida realmente necesaria

La pandemia de COVID y su consecuente aislamiento obligatorio, ha elevado significativamente la cantidad de consultas por trastornos psicológicos de toda índole. Desde estrés y ansiedad hasta nuevos casos de desórdenes alimenticios, expertos han dado la alarma acerca del crecimiento en esta clase de problemas en la población.

Y, lejos de ser una cuestión que únicamente afecta a adolescentes y adultos jóvenes, dichos trastornos están afectando cada vez más a menores de hasta 12 o 13 años. Según alerta Paola Álvarez, presidenta de la Fundación para la Asistencia Interdisciplinaria de Patologías Alimentarias y Adolescencia (Aipaa), estas afecciones traen aparejadas, además, otras comorbilidades como la depresión y las autolesiones.

Estos datos que resultan sin dudas preocupantes deben ser tratados mediante políticas de estado integrales que aborden la problemática. La nueva medida dada a conocer por el Ministerio de Salud es un paso adelante en este sentido.

Para aquellos que padecen trastornos de esta índole, es necesario contar con asistencia de un profesional en la materia, que permita asesorar tanto al paciente como a su entrono acerca de los pasos a seguir. En muchos casos, esto implica la creación de equipos multidisciplinarios que brinden un apoyo integral y multifocal.

Hasta ahora, estos aspectos solían ser incompatibles con los sectores económicos menos poderosos. Ya que resulta complicado costear tales equipos de profesionales sin el apoyo de las empresas y organizaciones prestadoras de salud. Sin embargo, con el anuncio del Ministerio, las obras sociales y prepagas, estarán obligadas a cubrir los tratamientos para estos trastornos. Siendo este un avance muy importante para mejorar la salud de cada vez más personas que se ven afectadas.