Por Mara Laudonia| Luego de haber alcanzado un acuerdo con los fondos buitre más duros, el Gobierno ver que por “primera vez en 15 años comienza a salir definitivamente del default” y le apunta ahora al Congreso, para terminar resolver el capítulo amargo que comenzó en el 2001.
El presidente Mauricio Macri advirtió que, tras haber realizado una oferta y alcanzado un acuerdo con los fondos buitre que iniciaron la demanda "pari passu", ahora dependerá del Congreso la decisión de culminar con este conflicto, durante la apertura se sesiones de la 134 de Asamblea Ordinaria "Mucho se habló de la negociación con los holdouts, también conocidos como “buitres”; ahora dependerá de este Congreso si terminamos o no de cerrar este conflicto que lleva 15 años", expresó, un día después del arreglo alcanzado con el legendario magnate Paul Singer, el dueño del fondo NML.
Y agregó: "Confío que va a primar la responsabilidad sobre la retórica, que juntos vamos a construir los consensos necesarios. No resolver este conflicto, les costó caro a los argentinos y favoreció a los tenedores de bonos que se enriquecieron con eso" se lamentó.
El lunes, el Gobierno alcanzó un acuerdo con “los fondos más beligerantes”, con un compromiso de pago de 4562 millones de dólares. De esta forma, hasta el momento la Argentina alcanzó acuerdos por un total cercano a 10.500 millones de dólares, que abarca cerca de dos tercios de los holdouts, entre italianos, otros europeos, y quienes tienen la sentnecia “pari passu” en Nueva York.
El ministro de Economía argentino, Alfonso Prat Gay, explicó que si alcanzara un acuerdo con el 100% de los holdouts (que son el 7% que no había ingresado a los canjes 2005 y 2010), la Argentina se ahorraría unos 5000 millones de dólares, en términos de la oferta realizada por la gerstión de Mauricio Macri, debido a que los reclamos totales -con intereses impagos y punitorios- sumaban a la fecha 20.000 millones de dólares y el pago final rondará los 15.000 millones de dólares. Habría además cerca de 2.000 millones a 3000 millones de dólares de ahorro adicional, por hacer el pago en efectivo.
Para hacer frente a dicho pago, el Gobierno recurrirá nuevamente a los mercados internacionales y ya admitió conversaciones con grandes bancos de inversión, a través de los cuales se emitirían dos o tres tipo de bonos, cuya tasa de interés rondaría entre el 7% y 8%, según los valores actuales del mercado.
Durante todo el tiempo que duró el conflicto, los fondos buitre fueron acumulando reclamos que le permitirán embolsar fortunas, tras el arreglo alcanzando con la Argentina. Esta semana se conocieron datos frescos y los cálculos más conservadores del Gobierno dieron cifras muy altas. Se estima que, si los fondos compraron originariamente los bonos a precio nominal, Bracebridge es el que más rentabilidad obtendrá del resultado de esta contienda, con una ganancia de 952% a nivel nominal, mientras que Aurelius, otro de los pesados, embolsará ganancias por 254%.
En tanto, Paul Singer obtuvo con la Argentina una ganancia 369%, con bonos en su poder con un valor nominal U$s 617 millones capital, por lo que su reclamo total asciende, incluidos los intereses devengados, a U$S 3.039 millones, según el texto oficial firmado por el subsecretario de Financiamiento, Santiago Bausili, que fue enviado esta semana al juez de Nuevas York que dirime la contienda, Thomas Griesa.
Sin embargo, si se toma en cuenta que los bonos pudieron haber sido comprados por estos fondos a precios de default, que es un 30% del valor nominal, los rendimientos serían mucho más altos: Bracebridge recibiría 3.183% de ganancia; NML, un 1.308%; mientras que Aurelius, un 846%, según los cálculos oficiales de los fondos más duro. Son lo que originalmente ganaron el famoso fallo de "pari passu" y que causaron un revuelo en las finanzas internacionales, lo que obligó a modificar los contratos de futuras emisiones de deuda países.
El martes desde Nueva York, el juez Griesa celebró una audiencia en la que escuchó los reclamos de los litigantes contra la Argentina que aún no firmaron el acuerdo, y se abstuvo de emitir alguna definición. En consecuencia, Griesa aún no indicó cuándo levantará las restricciones que pesan sobre el país, y que le impiden emitir deuda externa y realizar pagos de bonistas al exterior.
Griesa se pronunció ya con una "orden indicativa" favorablemente a la Argentina, pero la Corte de Apelaciones lo obligó a escuchar a las partes antes de ejecutar la liberación de las restricciones al país, y cuyo visto bueno final correrá por dicha Corte Superior. Si bien la Argentina deberá antes cumplir con las condiciones de la oferta presentada el pasado 5 de febrero a los holdouts, que son la derogación de la leyes en el Congreso, y el pago total a los holdouts, y en efectivo. La saga continúa.





