Así lo expresó por la 97.7, una de las autores del libro “Los Arrepentidos”, los testimonios que hicieron temblar al poder (1975-2019).
“Los Arrepentidos” cuenta el lado B de los testimonios que revelaron, en distintos gobiernos, el sistema enquistado de corrupción político-empresarial. También es la historia de cómo la Justicia reaccionó a las diferentes causas según el poder de turno y, en algunos casos, según la presión de los medios de comunicación.
“En el libro tratamos de ver la psicología de los arrepentidos, su lado ‘B’. Nos preguntamos: ¿cómo llegan a arrepentirse? ¿Qué es lo que cambia en sus vidas?”, expresó por la 97.7, una de las autoras, Lourdes Marchese.
Y agregó: “El poder político está muy ligado al poder judicial. Si alguien dice que no lo están es mentira. La ley del imputado colaborador es muy controversial: muchos están a favor y muchos están en contra. La causa de los cuadernos es la que más arrepentidos tiene que son 31”.
Como parte de las estructuras de poder, de las maniobras delictivas, de los hechos de corrupción, las voces de los arrepentidos nos invitan a conocer sus historias personales, a entender cómo se relacionaban con el poder político, cómo decidieron ser parte de distintas operaciones ilícitas, por qué solo denunciaron estos mecanismos al ver en riesgo su libertad, sin dejar de lado las presiones familiares para hablar y desnudar los beneficios económicos que supieron conseguir, pero que perderían en manos de la justicia.
Ante estos casos las voces a favor y en contra de la ley del arrepentido son muchas. Algunos creen que el Estado se sienta en una mesa a negociar con el delito y otros consideran que Argentina necesitaba esta herramienta y que si bien su texto es perfectible, aplauden su implementación. La pregunta que queda latente, sin embargo, es si esta ley plantea más interrogantes que soluciones.
¿Fue el poder político el principal interesado en no contar con esta norma por décadas para no correr riesgos ante presuntas denuncias de corrupción? ¿Es a su vez una ley que otros buscaron para acelerar las causas contra sus opositores? ¿Buscan todos, finalmente, impunidad?